Un año más la agrupación de familiares de presos del penal de Valdenoceda ha homenajeado a los suyos en Valdivielso. Dos de los que dejaron su vida en el valle volvían con sus familias. El momento más emotivo fue el de la entrega de los restos de Valeriano Montero, de Ciudad Real. Sus hijos Trinidad y Santos estaban allí. Ella, 83 años y el recuerdo del maíz de aquel día y él, 77 años, sin querer dejar la caja mientras alguna lágrima le caía por el rostro. Un viejo conocido, Vicent, recogió los restos de Vicente Castillo de Castellón. Antes había pronunciado unas hermosas palabras, por primera vez hablaba desde el interior del penal, con las que compartió un sueño: que algún día ese edificio sea un "espacio para la cultura, la libertad y el encuentro". De eso y otras cosas podéis escuchar aquí lo recogido por los micrófonos de Radio Valdivielso.