“La memoria es una facultad del ser humano que a veces se utiliza y otras veces se borra. Es subjetiva, por lo tanto parcial e incompleta. El “payo de la memoria” es un lugar al que se sube pocas veces. Está lleno de polvo y muy desordenado. Podemos encontrar allí algo que no buscábamos, porque ni siquiera sabíamos que se había guardado. Pero también puede suceder que deseemos encontrar una cosa, y ya no esté. En realidad, para mí todo empezó con una vieja fotografía de 1955 sobre la cual poco podía yo contar, porque entonces era una criatura de dos años. Fui rescatando otras fotos y, sin darme cuenta, muy lentamente, empecé a subir los peldaños de la escalera del payo. El proceso fue largo. La añoranza y la pena son como esas viejas sábanas que envuelven los objetos almacenados: es inútil contemplarlas, hay que quitarlas de un tirón para descubrir el tesoro que hay debajo. Y luego airearlo y, sobre todo, compartirlo. Todas las personas tienen un payo y, cuando se comparten los recuerdos, es como si cada una aportara sus piezas a ese gran rompecabezas que es la historia y que se puede completar muy bien si hay mucha gente recordando. Con las fotos de Patxo, los huevos de la abuela, el arroyo Marimata, los zapatos del año 36, los sermones del cura, la berea y todo lo que vaya saliendo, yo intentaré poner mi granito de arena.” Mertxe García Garmilla
Si quieres plantear a nuestros colaboradores cualquier sugerencia, pregunta o comentario envíanos aquí tu petición y tratarán de contestarte. Te esperamos.
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La mutua clerical valdivielsana
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Acababa de comenzar el año de 1665, el de la Gran Peste que asoló Londres y muchas poblaciones inglesas. No era más que una de las tantas plagas que, cual jinetes del Apocalipsis, recorrían toda Europa periódicamente desde los siglos de los siglos. Se dijo que esta plaga de peste bubónica había llegado a Londres durante el año 1664 desde los puertos de los Países Bajos. Las pulgas que la transmitían viajaban en los barcos y, antes de que se decretasen las cuarentenas, aquellos insectos saltarines ya habían desembarcado en los puertos europeos del Atlántico, incluidos los del mar Cantábrico. Tampoco el pequeño valle llamado Valdivielso era un refugio aislado donde la gente pudiera sentirse totalmente a salvo de la peste bubónica o, si se daba el caso, de la peste neumónica, la viruela, el tifus o la difteria. Se daba la circunstancia de que, para bien y para mal, la Ruta de la Lana, o Ruta del Pescado, atravesaba el hermoso valle, con lo que este era paso obligado, cuando no lugar de parada y fonda, para los arrieros y comerciantes que transportaban, no solo el pescado, sino también ricas mercancías de importación desde los puertos de Laredo y Bilbao, y otros, hasta la Villa y Corte de Madrid.
En este contexto Valdivielso era un enclave muy importante...
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Mertxe García Garmilla
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Tiempos de peste: La mutua clerical Valdivielsana y el médico de Oña
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Poeta en Valdivielso
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"...Sin embargo, ni El Correo, ni los diarios y revistas donde he encontrado publicaciones relativas a Esteban Clemente Romeo, mencionan para nada su estrecha relación con Valdivielso. Que el libro titulado “El pastor de San Medel y otros poemas” haya llegado a Radio Valdivielso, y que Felipe Rodriguez Garcia haya aportado una información considerable, nos permite a todos realizar un maravilloso descubrimiento. Por lo que a mí respecta, ayer me pasé toda la tarde leyendo sin parar, uno tras otro y vuelta a empezar, los 17 poemas del libro en cuestión. Se trata de una colección de poemas largos con un soneto intercalado entre cada uno de ellos y el siguiente. El libro está editado en 1947, por lo que es de suponer que los veraneos que se traslucen en estos poemas podrían fecharse en la primera mitad de los años 40, aunque pienso que es muy probable que transcurrieran en años anteriores, incluso antes del 36, porque me ha llamado la atención que en el poema “El vergel del abuelo Martín” se mencionan los pontones para ir de Población a Condado, y tengo entendido que dichos pontones dejaron de existir cuando, nada más terminar la guerra, se inauguró el puente..."
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Mertxe García Garmilla
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Esteban Clemente Romeo - Poeta en Valdivielso
Feb2020 |
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Don Faustino
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«Cuantas veces allá en la escuela de aquel pueblo tranquilo, que ya ha casi un año tanto echo de menos, he tenido ocasión de llevar al ánimo de los que me escuchaban mi odio a la guerra…». Así empezaba Faustino García Nogal un artículo, más bien unas sencillas reflexiones, que escribió en 1937, en plena guerra, y que aparece íntegro al final de este texto.
Don Faustino García Nogal era un maestro de 24 años recién cumplidos cuando en 1934 llegó a la escuela de Puentearenas. El 18 de julio de 1936 tomaron él y su esposa el coche de línea, a las 9 de la mañana, cuando, según declararían más tarde varios testigos, en Valdivielso aún no se sabía qué estaba pasando. El maestro iba a Madrid a pasar sus vacaciones y estas fueron muy largas.
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Mertxe García Garmilla
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Maestro de Valdivielso 2ª Parte: Don Faustino García Nogal
Feb2020 |
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Maestros de Valdivielso 1
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"A don Zacarías lo salvó la gente buena de Población de Valdivielso. Otros quisieron su perdición o les importó poco contribuir a ella. Veamos qué pasó.
Nacido el 1 de noviembre de 1908 en Diego Álvaro, lugar perteneciente al municipio de Diego del Carpio, en la provincia de Ávila, DON ZACARÍAS MARTÍN MUÑOZ consiguió su título de maestro de Primera Enseñanza en enero de 1930. Trabajó como maestro interino en su pueblo natal durante 5 meses, hasta septiembre del mismo año. Ocupó su plaza como maestro propietario en Población de Valdivielso en noviembre de 1930. Era pues un novatillo que acababa de cumplir 22 años, con el título recién sacado. Seis años y medio más tarde, en mayo de 1937, se le dictaminó una sanción consistente en privación de haberes de dos meses de sueldo, traslado forzoso a otra plaza dentro de la provincia e inhabilitación para ejercer cargos directivos y de confianza.
Don Zacarías vivió en Población los años de la 2ª República, pero también le pilló allí el golpe militar de julio de 1936, el estallido de la Guerra Civil, y la oprobiosa medida consistente en la apertura del llamado «expediente de depuración».
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Texto: Mertxe García Garmilla
Fotografría: Escuela Unitaria de Población Años 40 con Don Zacarías
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Mertxe García Garmilla: Maestros de Valdivielso 1º parte
Ene2020 |
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Montalbano en Valdivielso
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Tal día como hoy, hace 300 años, el 28 de noviembre de 1719, fallecía un siciliano en Puentearenas de Valdivielso. Aquel súbdito del Reino de Sicilia, llamado Antonio Montalbano i Turano, había establecido su residencia en La Puente en 1677, tras casarse con la jovencísima Francisca de Hebro y Bañueta, hija de Pedro y Ángela, nacida allí el 21 de noviembre de 1663.
Antonio de Montalbán, que es como le llamaban sus vecinos valdivielsanos, había nacido hacia mediados del siglo XVII en Caltabellotta , agreste y bella población de la jurisdicción de Palermo, en la región de Agrigento...
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Texto: Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla: Montalbano en Valdivielso
Nov2019
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Réquiem por un soldado |
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"Ángel estaba a punto de cumplir los 18 años cuando empezó la Tercera Guerra Carlista, y tenía 19 cuando aquella guerra le quitó la vida. A finales de abril de 1872, el autoproclamado rey Carlos VII volvió a encender las ilusiones de aquellos que añoraban el Antiguo Régimen y habían perdido ya dos guerras, aunque la que se recordaba en Valdivielso era la primera, la de 1833, pues en la segunda no intervinieron las Merindades de Burgos. Cuarenta años fueron quizá suficientes para atenuar el recuerdo de aquella cruel y terrible sangría, pero no para renunciar a recuperar los privilegios de la hidalguía, ni para aceptar que los liberales pretendieran reformar la sociedad con sus desamortizaciones y con sus limitaciones al poder de la Iglesia Católica..."
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Texto: Mertxe García Garmilla
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Ángel Garmilla Porras: Réquiem por un soldado
Nov2019
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El cadáver momificado
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Don Ramón Rodríguez de Tudanca y Varona, del que ya hemos hablado en una historia judicial anterior, sufrió el enorme infortunio de la desaparición de uno de sus hijos, acaecida el 15 de agosto de 1892. Esto sucedía justo cuando él había ingresado en prisión para cumplir una durísima y excesiva condena de más de catorce años, que se le había impuesto cuatro meses antes, en abril de aquel año, por haber realizado en 1890 una falsificación de documento público en el ejercicio de su cargo de secretario del Juzgado Municipal de la Merindad de Valdivielso.
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Texto: Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla: el cadáver momificado Julio2019 |
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De Trasmiera a Valdivielso
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«En veynte y dos de agosto de mil y seiscientos y cincuenta y siete años murió Nicolás de la Garmilla, oficial de cantería natural del lugar de Ornedo de la Junta de Cudeyo de la Merindad de Trasmiera. Dejó echas sus declaraciones en que mandó se cumpliera por su alma en dicho lugar de Ornedo. No hera vecino, solo que estaba trabaxando en este balle. Hízosele su entierro. Y se le dio tierra en la capilla mayor en la segunda clave al lado del ebanxelio junto a la sacristía pegando a pared. Y en fe de ello lo firmo. Y rescibio los Santos Sacramentos.
[firma:]Bachiller Joseph Fernández de Encinillas»
Esta partida de defunción puede leerse en los libros parroquiales de la iglesia de Santa María de La Puente. Aquel mismo año de 1657 estaba el maestro de cantería Juan de la Garmilla, el patriarca de todos los Garmilla de Valdivielso, construyendo la torre con escalera de husillo en la parroquia de Valhermosa...
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Texto: Mertxe García Garmilla
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DE LA MERINDAD DE TRASMIERA A LA DE VALDIVIELSO - Nicolás de la Garmilla y otros muchos
Abril2019 |
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Mosquetones y regadío |
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A 30 de octubre de 1936 el Ayuntamiento de la Merindad de Valdivielso celebra un importante pleno con el orden del día centrado principalmente en los gastos que le está ocasionando la guerra. Transcurridos poco más de tres meses desde la sublevación militar, Valdivielso, que siempre estuvo en la llamada «Zona Nacional», se encuentra en una situación considerada por las autoridades de Burgos como estratégica, o al menos de riesgo, a causa de la proximidad del «Frente Norte». Los guardias civiles del Cuartel de Valdenoceda, junto con las Milicias allí destacadas, han de proteger, y eventualmente defender, el desfiladero de los Hocinos y el Puente del Aire frente a posibles incursiones de elementos hostiles al llamado «Alzamiento Nacional».
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Texto: Mertxe García Garmilla
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Mancomunidad y gastos de guerra – Mosquetones y regadío Feb2019 |
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Campana sobre campana |
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El esquilón es muy importante. Se trata de esa campana más pequeña, que suena menos grave y más alegre que las grandes campanas, tan imponentes y solemnes ellas. El esquilón lo vemos en las espadañas, en lo más alto: “…y sobre campana una”. Es esa campana que en su boca puede tener medio metro de diámetro, o poco más, y hacia arriba se estrecha, con un perfil más esbelto que el de las otras. En 1636 tuvieron un serio problema en la iglesia de Santa María de Puentearenas, porque el esquilón se había quebrado y ya no podía repicar con la sonoridad debida: al hacer “din-don, din-don”, sonaba el “don” grave de las campanas grandes, pero fallaba el “din” alegre del esquilón. Y a una campana rota no se le puede poner un petacho, que se rompería de nuevo al pegarle con fuerza el badajo, por lo cual optaron por “volver a fundir” el esquilón.
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Texto: Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla: Campana sobre campana Dic2018 |
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Maestro rural |
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Salvo que sus biznietos nos cuenten más cosas, la historia del maestro rural don Federico Palencia Sedano, como la de tantos otros maestros y maestras, se puede resumir en media docena de pequeños recortes de prensa, y tan solo un renglón en un listado de la Dirección General de Instrucción Pública. Sin embargo, a mí me parece que don Federico fue un gran hombre e intentaré explicar por qué.
Federico Palencia Sedano nació en El Almiñé en 1853, siendo uno de los cuatro hijos del matrimonio formado por Casimiro Palencia y Josefa Sedano, ambos naturales de dicho pueblo. La primera noticia que tengo de don Federico como maestro lo sitúa en Gallejones (Valle de Zamanzas) y consiguiendo una permuta con don Hilario Real Varona, que era el maestro de Porquera del Butrón. Esta permuta se llevó a cabo en 1884, y gracias a ella pudo don Federico trasladarse a una escuela de su Merindad de Valdivielso natal, y trabajar a solo 7 kilómetros de su pueblo. Se casó con una moza de El Almiñé llamada Juliana Martínez y Marquina, y con ella tuvo al menos dos hijos y dos hijas que, si bien nacieron en Porquera del Butrón entre 1889 y 1900, más tarde contrajeron matrimonio con naturales de El Almiñé, Quintana, Población y Valhermosa. Y lo curioso es que don Federico, aunque en 1897 había acordado una permuta con el maestro de El Almiñé don Mateo Martínez, no consiguió que se la autorizaran. En 1911, con 58 años de edad, seguía siendo maestro en Porquera, un pueblo que desde octubrre de 1902 no pertenecía ya a la Merindad de Valdivielso, sino a un municipio de nueva creación llamado Los Altos de Valdivielso.
¿Por qué no consiguió don Federico que le aceptaran la permuta con el maestro de El Almiñé? ¿Por qué tuvo que permanecer en Los Altos, probablemente durante el resto de su vida laboral, y no pudo vivir más cerca de su familia, en el Valle?
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Texto: Mertxe García Garmilla
Foto: Escuela de Valdenoceda años 30
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Mertxe García Garmilla: Historia de un maestro rural Dic2018
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Los Varona de Valhermosa |
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«Val umbroso de flores peregrinas,
Llenas de gusto, olor, beldad, sustento,
Que alma, affectos, desseo, entendimiento,
Mueves, guías, enciendes y refinas. (...)»
Y mucho más dice este bello poema de Alonso Varona de Castilla, «natural del lugar de Valhermosa en el Valle de Valdivielso». Con sus versos (pondré al final una transcripción completa) Valdivielso entra por la puerta grande en la literatura del Siglo de Oro, y digo esto porque, en mi modesta opinión, tienen tal calidad que podría haberlos escrito el mismísimo Lope de Vega.
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Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla: Los Varona de Valhermosa Nov2018
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Las tres Marías |
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Siempre pensamos en el frío cuando nos mencionan el mes de febrero. Pero, en aquel día de febrero de 1708, o tal vez por la noche del 23 al 24, una nube piadosa tuvo que proteger de la helada a la pequeña María, que fue abandonada en el pórtico de la iglesia de Puentearenas. En el viejo papel de un libro parroquial puede leerse lo siguiente: «En veynte y quatro de febrero de mil settecientos y ocho años, yo, el Bachiller Joan de Bañueta, Vicario en este Arziprestazgo de Valdivielso y Cura Beneficiado en estte lugar de La Puente, en la Yglesia de Nuestra Señora de él, Baptizé a una niña que pareció en el pórtico de dicha Yglesia, hija de Padres incógnitos, y la puse por nombre María. Fueron sus padrinos el Licenciado Alonso López Saravia, Presvítero regular en este lugar, y Doña Petronila Saravia Villasante, muger de Don Joan Antonio Temiño Saravia y Gallo, vezinos de este dicho lugar. Advertiles el parentesco espiritual y la enseñanza de la doctrina christiana. Siendo testigos el dicho Don Joan Antonio Temiño y Alexandro de Gandía. Y lo firmo Ut supra.» Y al margen, con tinta roja, dice: «Murió esta niña en 4 de marzo de 1710.»
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Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla : Las tres Marías
Oct2018
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Procreando en Valdivielso |
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El azar es dueño del destino, y en muchas ocasiones las circunstancias mandan. Si al maestro de cantería Juan de la Garmilla, a mediados del siglo XVII, le hubiese salido un trabajo interesante en algún lugar que no hubiera sido Valdivielso, tal vez no habría contraído matrimonio con Francisca de la Lastra, hija de Francisco de la Lastra, un colega y paisano suyo casado y afincado en dicha merindad. Bien podrían haber decidido Francisco de la Lastra y Juan de la Garmilla quedarse en su Trasmiera natal, o irse a trabajar, por ejemplo, a Ávila o a Palencia, si las circunstancias así lo hubieran propiciado, y no aparecer jamás por Valdivielso. Pero no fue así.
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Mertxe García Garmilla
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Mertxe García Garmilla: Procreando en Valdivielso
Oct2018
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Juan de la Garmilla en Valhermosa |
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Esta torre de planta octogonal seccionada, que alberga la escalera de husillo para subir a la espadaña, la construyó el maestro de cantería Juan de la Garmilla en 1657. Las plantas trepadoras la están devorando y, por desgracia, poco más queda de la bonita iglesia de Santa Cruz que en otro tiempo fuera la parroquia de Valhermosa.
Sin embargo, de Juan quedamos también todos los Garmillas de Valdivielso, con independencia del lugar en que llevemos su apellido, e incluso muchos que no saben ya que lo llevan. Este maestro cantero se vino desde la Merindad de Trasmiera en el siglo XVII, no solo para dejar bellas obras de arte en el Valle, sino también para establecerse en él. Se casó, poco después de 1650, con Francisca de la Lastra, nacida en Puentearenas en 1632, hija del también trasmierano y maestro de cantería Francisco de la Lastra, quien construyó, entre otras cosas, la torre de la iglesia de Población y la casa de los Díaz de la Torre (llamada "Casa de los Capellanes") en Arroyo. Pero esa es otra historia: sobre estos maestros canteros y sus trabajos en Valdivielso aún hay mucho que investigar. De momento, contemplemos las viejas ruinas en la soledad de uno de los parajes más hermosos del Valle. La torre sigue en pie, y la numerosa descendencia de la pareja Garmilla-Lastra puede todavía emocionarse con toda esta belleza.
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Mertxe García Garmilla
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Juan de la Garmilla en Valhermosa Septiembre2018 |
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Eloy de la Garmilla |
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Un personaje como Eloy Bernardo de la Garmilla y de la Garmilla es notable en varios aspectos, y os voy a contar su historia. Empecemos por el aspecto más jubiloso: Eloy no solo tuvo la suerte de tener un apellido muy especial, sino también de heredarlo por partida doble. Dado que todos los De la Garmilla oriundos de Valdivielso somos parientes, pues pensé, a priori, que Eloy debía tener antepasados con parentesco cercano, y que su árbol genealógico resultaría interesante. Así que, me picó la curiosidad y me puse a realizar una versión simplificada de dicho árbol.
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Mertxe García Garmilla
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Eloy de la garmilla y de la garmilla: sus orÍgenes y su trágico final Julio2018 |
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Valentín y Juana |
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A punto estuvo mi abuelo Valentín de no llegar a conocer a mi abuela Juana. A punto estuvo mi abuela Juana de no poder casarse con mi abuelo Valentín. La enfermedad de un soldado y el traje de un magnate configuran dos anécdotas familiares que, en definitiva, hablan de lo leves que suelen ser los hilos con los que se teje el destino.
El recuerdo más antiguo que tengo de mi abuelo es una imagen en la que él está sentado sacándose unas enormes botas altas de goma negra y quitándose unos gruesos calcetines de lana cruda. Sus pies son recios, grandes y fuertes. Yo me acerco hasta él, llevando en brazos sus zapatillas, y se las calzo con gran esfuerzo por mi parte. A continuación me empeño en llevar las botas hasta la cocina, una con cada mano y a rastras, porque no las puedo levantar, pero eso he de hacerlo yo y no dejo que nadie me ayude. Aunque apenas tengo cuatro años, sé que mi abuelo ha venido de trabajar en el muelle, donde hay muchos barcos, y ya está en casa y puede descansar. Andando el tiempo, él me contó muchas veces por qué tenía los pies tan fuertes. Decía que, desde muy pequeño, cuando trabajaba cuidando ganado, solía andar por el monte descalzo, porque en aquellos tiempos los niños como él no tenían zapatos, y las alpargatas eran solo para ir a misa el domingo. Esto sucedía en Quecedo de Valdivielso, el pueblo donde Valentín Garmilla Alonso había nacido un 16 de diciembre de 1892...
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Mertxe García Garmilla
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Una reina valdivielsana |
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El doctor don José González de Tejada (1636-1704), colegial de Santa Cruz de Valladolid, canónigo en Palencia, Santo Domingo de la Calzada y Toledo, y hasta obispo de Durango en la Nueva Vizcaya de Indias, me mete en un lío del que no sé por dónde salir. Dicho señor afirma rotundamente que Ramiro Bermúdez, heredero del reino de Asturias, o sea, el futuro Ramiro I, «muerta Paterna su muger,… avia venido a Castilla Vieja, y Valle de Bielso, que oy se llama Montaña de Burgos, a casar de segundas nupcias con doña Urraca, natural de dicho Valle, como dicen el Arçobispo don Rodrigo [Ximénez de Rada], Mariana, Sandoval, Basseo y otros muchos.» Lo cierto es que hay otras versiones en las que se dice que las dos esposas del rey Ramiro I habían sido, en orden inverso, Urraca, la primera, y Paterna, la segunda, siendo esta última una dama de Bardulia (o sea, lo que llamaban a Castilla Vieja en otros tiempos), sin especificar más. Sabido es que, en la tupida maraña de las interpretaciones de crónicas y cronicones, y de documentos auténticos o dudosos, muchas veces desaparecidos, suele resultar que las historias de la Alta Edad Media, contadas casi siempre a siglos de distancia, resultan multiformes y confusas a más no poder. Y esta no lo es menos.
Revisando viejos librotes de historia, veo que varios autores afirman que solo hubo una esposa, a la que llaman Urraca Paterna, o Urraca Díaz, y aseguran que fue la heredera única del Condado de Castilla, a saber, según algunos, condesa de la Castilla Cántabra y la Castilla Bárdula, nada más y nada menos, hija del segundo conde de Castilla, Diego Rodríguez. La verdad es que con la hipótesis de la esposa única encajan mucho mejor los hechos y las fechas. En cualquier caso, yo me resisto a soltar este hilo que relaciona la monarquía astur- leonesa y el Condado de Castilla con Valdivielso. Y, si además lo dijo un obispo, no seré yo quien lo desmienta.
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Mertxe García Garmilla
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Doña Urraca Paterna, una reina valdivielsana
Oct2017 |
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Los De la Garmilla 2 |
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Desde aquel misterioso Joan de la Garmilla X que se casó en algún lugar del mundo con la valdivielsana Francisca de la Lastra, del que no sabemos de dónde vino, ni dónde nació, aunque vivió y murió en Puentearenas; del que sabemos que no poseía bienes reseñables; del que podemos sospechar que fuera soldado o pastor, o tal vez ambas cosas,… en definitiva, desde aquella primera mitad del siglo XVII ̶ durante la cual los libros parroquiales de Valdivielso no registran nacimientos, ni matrimonios, ni defunciones de nadie que se apellidara De la Garmilla ̶ transcurre un siglo largo hasta que en 1752-53, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, aparecen en el valle tres cabezas de familia con dicho apellido, concretamente en Puentearenas y en El Almiñé. Se trata de los hermanos Pedro, Juan y Manuel, que son bisnietos de aquel Joan de la Garmilla X, nietos de Joan de la Garmilla y de la Lastra e hijos de Juan de la Garmilla y Ruiz de Sedano. Es pues en la primera mitad del siglo XVIII cuando, por primera vez, el tronco único se ha dividido para dar las tres ramas principales que van a tener continuidad hasta nuestros días. Y, al empezar el siglo siguiente, alrededor del año 1800, ya hay en Valdivielso al menos nueve cabezas de familia que llevan el apellido De la Garmilla: Leandro, Juan, Eugenio, Lucas, Manuel (tres con este nombre), Pedro y Eusebio. [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Nosotros los De la Garmilla 2º parte
Sept2017 |
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Los De la Garmilla |
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«¡Cuántas personas han existido antes, para que nosotros existamos ahora!», decía mi dulce y reflexiva sobrina Monika, contemplando un árbol genealógico muy sencillo que solo se remontaba hasta sus bisabuelos. Por mi parte, yo suelo sentir cierta tristeza al ver tantos nombres de aquellos seres a los que ya, en la mayoría de los casos, ni siquiera podemos poner rostro. ¡Tantas vidas olvidadas! Sin embargo, decir en voz alta sus nombres, encontrar lazos de parentesco, averiguar dónde y cuándo nacieron y vivieron, … es como darles un soplo de vida durante un breve instante. Existieron, luego existen.
Creo que a todos mis primos de origen quecedano, tanto los que son carnales, como los primos segundos y terceros (no por ello más lejanos), les gustaría saber de dónde viene ese apellido nuestro tan raro que, dentro de las Merindades, solo se encuentra en el Valle de Valdivielso. Os contaré, de manera resumida, hasta dónde he podido llegar. No es todo lo que desearía averiguar, pero, de momento, es parte del camino.
" [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Nosotros los de la Garmilla Julio2017 |
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El mantón de la tía Andrea |
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"A mí me gustaba mucho la tía Andrea. La admiraba por su gran corazón, por su generosidad de mujer pobre que se desvivía por aliviar penas propias y ajenas. Además, me fascinaba la gracia de su lenguaje, que era extraordinariamente chispeante y certero cuando contaba pequeñas historias de la vida cotidiana. En sus ojos veía yo siempre el verdor cálido, alegre y risueño de Valdivielso. Y es que ella tampoco quiso ver otra cosa a lo largo de su vida" [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: El mantón de la tía Andrea Abril2017 |
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Despioje en Valdivielso |
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«Sin pérdida de tiempo se procedió a designar los locales [en los] que en cada pueblo han de ser despiojados todos los transeúntes y demás transeúntes que en sentido desaseado entren en este término.»
Nada menos que CATORCE EDIFICIOS se mencionan a continuación en este pleno celebrado el 21 de agosto de 1919 bajo la presidencia del alcalde don Juan Palencia. ¿Los conocéis? ¿Existen todavía?
En Quecedo, «el local de Carracastro (?)». En Arroyo, «la Torre sita en San Román». En Población, «el edificio del Carrascal». En Valhermosa, «el edificio titulado la Torre». En Hoz, «el edificio titulado Valdestillas (?)». En Tartalés, «el edificio de la Quintana». En Panizares, «el edificio titulado la Tranca». En Condado, «el edificio titulado Sta Cecilia». En Puentearenas, «el edificio titulado las Cuevas». En Valdenoceda, «la Torre». En Quintana, «el edificio del Corral». En El Almiñé, «el edificio San Roque». En Santaolalla, «el edificio del Campo». En Toba, «el edificio del Castillo». [Seguir leyendo]
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Texto y fotografía: Mertxe García Garmilla
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Despioje en Valdivielso
Enero2017 |
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Capricho navideño |
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"¿Quién no se daría un capricho si le tocara la lotería de Navidad? Pues bien, eso es sin duda lo que decidió en las Navidades de 1895 el afortunado teniente coronel Garmilla, que entonces era solo un capitán, destinado en Pamplona desde junio de aquel año. Seguramente don José de la Garmilla López llevaría ya tiempo acariciando la idea de construirse o comprar una casita modesta para pasar el retiro en Valdivielso, pero, al tocarle un buen pellizco en la lotería de Navidad, decidió, ¿por qué no?, echar la casa por la ventana y hacerse una villa elegante y original. El resultado de aquella ilusión que el golpe de suerte navideño le permitía hacer realidad, ya lo conocemos: es la coqueta y caprichosa Villa Susana, la Casa Roja de Valdenoceda". [Seguir leyendo]
Dice Mertxe García Garmilla al final de este texto que "la lotería de Navidad volverá a dejar felicidad en Valdivielso. Posiblemente este mismo año". No olvides comprar lotería del 57.891, el número del gordo de este año. Lotería de Radio Valdivielso, la que siempre toca.
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Foto: Álvaro Antón Texto: Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Capricho navideño en Valdivielso Sept2016 |
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La carta de Gabriel |
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Desde aquella alcazaba de Monte Arruit, sitiada por los rebeldes rifeños, la mente del joven Gabriel viajaría en un retorno gozoso al valle lleno de verdor y agua en el que había crecido, a orillas del Ebro. Soñaría con el colorido cambiante de las choperas y la exhuberancia de huertas y frutales. Es seguro que los pensamientos de aquel chico de veinticuatro años oscilaban como un péndulo entre la vida y la muerte, entre el recuerdo y la realidad. Pensaba en su padre, Emeterio, que estaría en la taberna que regentaba en Puentearenas. Su hermano Vicente andaría también por allí, aprendiendo el oficio de tabernero y comerciante. Habrían celebrado ya la fiesta de Santiago y, en aquellos días de la canícula, la gente del pueblo saldría por la noche a tomar la fresca y a beberse a gusto una chato de tinto o un albillo en la taberna.
Gabriel, viendo su muerte inevitable y cercana, pensó en escribir una carta que, de algún modo, llegara a Puentearenas, pues el muchacho sentía la necesidad de despedirse dignamente de la vida, y de hacer saber a su padre y a su gente todo lo que a él en aquellos momentos le estaba sucediendo y cuáles eran sus preocupaciones, sus sentimientos y anhelos.
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: La carta de Gabriel Junio 2016 |
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La máquina de Patxo |
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Apareció el último invierno, dentro de un armario de esos que todavía duele abrir, porque están llenos de pasado, llenos de objetos que parecen esperar todavía a su dueño, como si el tiempo no hubiera transcurrido. Una vieja cámara fotográfica de los años 50 no tiene ahora utilidad alguna; sin embargo, esta es, de pleno derecho, un personaje más en el payo de la memoria. Porque se trata de la máquina de Patxo, una Certex modelo Digna de 1954 que captó unas imágenes del pasado sin las cuales un montón de recuerdos habría ido a parar al armario del olvido, ese que un día se cierra y nunca más se vuelve a abrir.
Cuando esta máquina viajó por primera vez a Valdivielso, Patxo era un hombre joven que un par de años atrás había estrenado el lujo de poder pasar su mes de vacaciones en el campo, rodeado de unas gentes y un paisaje que desde el primer momento le habían cautivado... [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: La máquina de Patxo Abril 2016 |
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Americanos en el penal |
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La hemeroteca de Mertxe nos trajo hace unas semanas información sobre la presencia de americanos en el penal de Valdenoceda. Hoy traemos lo recopilado por nuestra colaboradora al hilo de la cita del próximo sábado. Este 16 de abril, la Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda entregará a sus familias los restos exhumados e identificados de 10 represaliados en aquel penal, que murieron de hambre y frío y fueron enterrados en una parcela de Instituciones Penitenciarias. Con estas 10 entregas, la Asociación ya ha conseguido realizar un total de 61 identificaciones desde el año 2010 (fecha en que se realizó el primer acto de entregas a las familias). Ente las personas que acudirán a la cita de este sábado estarán el escritor e hispanista Ian Gibson y la historiadora Mirta Núñez.
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El programa previsto para el sábado es el siguiente:
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- 12,00 horas. Cementerio. Inicio del acto de entrega a sus familias de restos exhumados identificados. Intervendrán, además de las familias: .
- Ian Gibson, escritor, hispanista y especialista en historia contemporánea de origen irlandés y nacionalizado español desde 1984.
- Mirta Núñez, historiadora, excatedrática de Memoria Histórica de la Universidad Complutense de Madrid.
- Jokin Garmilla, alcalde de la Merindad de Valdivielso (Burgos).
- José María González, presidente de la Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda.
- Representantes de las Familias.
- 13'30 horas. Posible visita al penal (si se consigue la autorización necesaria).
- 14'15 horas. Comida de Hermandad en un restaurante de la zona (se precisa confirmación previa).
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Los familiares nos han ayudado durante estos años a conocer lo que sucedió en la antigua fábrica de seda, Mertxe García Garmilla nos descubre hoy más historias vividas entre aquellas cuatro pareces. Aquí lo puedes leer y abajo escuchar.
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Americanos en el penal de Valdenoceda Abril 2016 |
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De ida y vuelta |
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"Nadie ha visto un rostro tan radiante de felicidad como el que yo solía tener al subir al coche de línea. Y como prueba valga esta foto, aunque esté vieja y descolorida. Ir a Quecedo era como cambiar de país. Atrás quedaban las calles ruidosas, el ambiente gris, los juegos en el parque o en la plaza de Indautxu, el instituto, las clases,… y también el cine de los curas en las tardes de domingo, y las largas tardes de sábado recorriendo tiendas con mi madre, que era muy aficionada a “salir de compras”. Aterrizar en un lugar como Valdivielso, donde no había zapaterías, ni tiendas de tejidos, ni de “prêt-à-porter”, ni siquiera un cine parroquial, ni limitaciones de espacio para jugar, suponía siempre una enorme liberación en un entorno fabuloso donde yo podía, y debía, inventar mis propias actividades". [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: autobús de ida y vuelta Dic2015 |
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Valdivielso en los locos años 20 |
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"En pleno agosto de 1925 la buena gente de Valdivielso (mala no la había) hurtaba y se rebelaba contra la autoridad, vigilaba y denunciaba a sus vecinos, o sea, lo normal en aquellos tiempos. Desde luego no está nada bien buscarse la vida “segando yerba y trigo en heredad ajena”, ni que dos “jovenzuelos” se dediquen a hurtar fruta. Pero que don Manuel López Bustamante, con el apellido de una conocida familia de farmacéuticos y médicos, anduviera vigilando por los ribazos quecedanos, y denunciando a troche y moche, es algo que no deja de sorprendernos. Así lo expresa mi querida tía Isabel cuando lee la noticia: “¡Qué barbaridad! ¡Una multa de cinco pesetas! ¡Pero si en aquella época la fruta no la pagaban ni a diez céntimos el kilo!”.
Y es que en Valdivielso ha pasado de todo. En aquellos locos y turbulentos años 20 los pueblos estaban llenos de gente, y el campo no daba para que todos comieran lo necesario. Además, incluso en las mejores familias, siempre ha habido gamberros y blasfemos. ¿Y quién podía poner un poco de orden en el valle? El puesto de la Guardia Civil quedaba algo apartado, y a los del tricornio se les veía venir de lejos. Así que algunos pensaron que estaría bien tener un somatén. ¿Y qué era eso? Pues unos cuantos vecinos que se dedicaban a vigilar al resto de los vecinos y a chivarse cuando lo consideraban necesario".
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Valdivielso en los locos años 20 Oct2015 |
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El penúltimo romántico |
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En una noche de gozoso insomnio hallábame yo deambulando por Internet cuando me encontré con mi tocaya por partida doble, doña Mercedes de la Garmilla y López. Por sus apellidos, de inmediato la reconocí como hermana del teniente coronel don José de la Garmilla y López, el que tiene una placa con su nombre en una calle de Valdenoceda e hizo construir allí esa bella y peculiar casa llamada Villa Susana. Mercedes de la Garmilla tiene su lugar en la Red por haber interpuesto en el año1907 un recurso de alzada relativo a la pensión que le había sido concedida tras enviudar de don Felipe de la Garza y Martínez. Le agradecí sobremanera a mi nueva amiga que me presentara a su difunto esposo, máxime cuando supe que este también era oriundo de Valdivielso y había escrito poemas sobre nuestro valle...
"En el feraz terreno de mi Castilla .
Hay un valle que es prenda de mi cariño, .
En él del sol el rayo más puro brilla .
Y recuerda los tiempos en que era niño". .
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Don Felipe de la Garza, el penúltimo romántico |
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Las madres veraneantes |
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"En otras latitudes, contemplando palmeras cuyas ramas, tan flexibles, oscilan llevadas por una brisa más que cálida, he recuperado la imagen de un enorme capazo de palma trenzada que se bambolea suavemente, avanzando por un camino de Valdivielso. No, no es una alucinación, ni el delirio de una noche tórrida de verano. El capazo tiene dos asas cortas: una la agarra mi madre, y la otra, mi padre. Yo camino detrás y, a la altura de mi nariz, veo unos bonitos volantes de cretona floreada que asoman por los bordes del capazo. Dentro de este, tumbadito y más feliz que un angelito bueno, va mi hermano, un bebé de seis meses, mirando con los ojos muy abiertos las ramas de los árboles que desfilan en lo alto proyectando sombras sobre su carita. El paso desigual y rápido de los jóvenes progenitores por un camino lleno de piedras y desniveles, imprime al capazo un movimiento de cuna mecedora que acaba por dejar amodorrado al niño. Así paseábamos e hicimos muchas excursiones los bebés veraneantes de otros tiempos. Los cochecitos y las sillitas de ruedas se quedaban en la ciudad, pues no tenían utilidad alguna en las calles y los caminos de Valdivielso". [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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El payo de la memoria: Las madres veraneantes. El capazo y el trono |
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La generosidad de Mientefuerte |
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Melchor Ruiz de Huidobro y Fernández, apodado “Mientefuerte” según confiesa y reivindica su biznieto Juanra Seco, era un comerciante que vendía vino al por menor en su casa de Quecedo, situada entre el callejón de La Hoyuela y la calle de La Revilla. Este hombre tenía por costumbre regalar una “perrilla” (5 céntimos) a cualquier niño del pueblo que fuera a visitarle el día de Reyes, que además era el día de su cumpleaños.
Un año, hacia 1926, Isabelita se encontraba excepcionalmente en Quecedo con sus abuelos pasando el invierno (hecho que no volvió a repetirse hasta 1936). Su prima Paula, hija de Ciriaco Garmilla, le propuso en la mañana del día de Reyes ir a casa de Melchor para felicitarle y cobrar la famosa perrilla. Las dos niñas eran más o menos de la misma edad y tendrían entonces unos 5 o 6 años. No ha olvidado Isabel lo que les costó llegar hasta allí, pues hacía un frío terrible y la helada había dejado el suelo como una pista de patinaje. Las dos intrépidas criaturas salieron de la casa de Ciriaco, que estaba junto al arroyo Marimata, y, buscando el camino más corto, se dirigieron por La Hoyuela hacia la casa de “Mientefuerte”. [Seguir leyendo]
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Mertxe García Garmilla
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La generosidad de Mechor Mientefuerte: recuerdos de Merche y Juanra |
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