Eran mañanas de carreras, allá en la Casa Grande y de una situación que mi abuela resumía en tres palabras: “No hay tiempo”.

No había tiempo para desayunar. Ya vestidos y sentados en dos sillas del comedor a mi hermana y a mí nos repetían: “vamos, vamos, daros prisa, que no hay tiempo”. Fundamental quedarse quieto, pues “los capones” (movimientos ágiles de mano materna) sobrevolaban el ambiente. Sin “haber tiempo”, había que dejar la casa como un pincel, la comida hecha, la mesa puesta y el pan en la bandeja del aparador. El abuelo suspiraba y mi padre nos sonreía. De su mano y rozando el suelo con los pies, por fin llegábamos todos a nuestro destino: las sillas “reservadas” para ver la procesión.

Aquellas mañanas de Corpus… siempre fueron de carreras.
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Hace unas semanas nos visitaron los amigos de Caballos de Ailanes. José Luis Sampedro llegó desde el valle de Zamanzas y, aunque el motivo era el curso de manejo natural que habían organizado, nos habló de la filosofía que les mueve y de su peripecia vital desde que hace 30 años decidieron vivir en el pueblo. Actualmente conviven en Ailanes con una manada de 16 caballos. Nos habló de Junco, de Jayana, de Pombo, de como interactuar con el caballo, de hipoterapia... Se ofrecieron a colectivos especiales para que visiten y disfruten de una jornada gratuita. Fue un placer. www.caballosdeailanes.com

En Valdivielso estamos poniendo la primera piedra para crear una universidad de verano sobre el mundo rural. Encuentros en Valdivielso 2015 es un curso internacional que pretende estimular el conocimiento de la cultura local y el paisaje, el patrimonio histórico, la cooperación y el entendimiento entre gentes de diversas procedencias y los habitantes del valle de Valdivielso. 

Tendrá lugar del 17 al 25 de julio en Quintana de Valdivielso y constará de talleres sobre Arte y Naturaleza, Tradición Pastoril, salidas ornitológicas, rutas culturales, una jornada de cooperación para la recuperación de un espacio de interés cultural, charlas en las que participarán profesores de la UAM expertos en Derecho Ambiental, Geografía y Evolución Humanas, coloquios y mesas redondas con pastores, agricultores, y neo-rurales.

Queremos invitar a participar en esta iniciativa tanto a los habitantes del valle como al público de la comarca en general por lo que ofrecemos 10 becas de conocimiento del programa que permiten el seguimiento completo del curso a un precio de 38 euros/persona.

Más información sobre el programa en: rutasineditas.wordpress.com
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Contacta con nosotros en: encuentros.valdivielso@uam.es

Con la garantía de la Universidad Autónoma de Madrid

Melchor Ruiz de Huidobro y Fernández, apodado “Mientefuerte” según confiesa y reivindica su biznieto Juanra Seco, era un comerciante que vendía vino al por menor en su casa de Quecedo, situada entre el callejón de La Hoyuela y la calle de La Revilla. Este hombre tenía por costumbre regalar una “perrilla” (5 céntimos) a cualquier niño del pueblo que fuera a visitarle el día de Reyes, que además era el día de su cumpleaños.
Un año, hacia 1926, Isabelita se encontraba excepcionalmente en Quecedo con sus abuelos pasando el invierno (hecho que no volvió a repetirse hasta 1936). Su prima Paula, hija de Ciriaco Garmilla, le propuso en la mañana del día de Reyes ir a casa de Melchor para felicitarle y cobrar la famosa perrilla. Las dos niñas eran más o menos de la misma edad y tendrían entonces unos 5 o 6 años. No ha olvidado Isabel lo que les costó llegar hasta allí, pues hacía un frío terrible y la helada había dejado el suelo como una pista de patinaje. Las dos intrépidas criaturas salieron de la casa de Ciriaco, que estaba junto al arroyo Marimata, y, buscando el camino más corto, se dirigieron por La Hoyuela hacia la casa de “Mientefuerte”. [Seguir leyendo]