Desde aquel misterioso Joan de la Garmilla X que se casó en algún lugar del mundo con la valdivielsana Francisca de la Lastra, del que no sabemos de dónde vino, ni dónde nació, aunque vivió y murió en Puentearenas; del que sabemos que no poseía bienes reseñables; del que podemos sospechar que fuera soldado o pastor, o tal vez ambas cosas,… en definitiva, desde aquella primera mitad del siglo XVII ̶ durante la cual los libros parroquiales de Valdivielso no registran nacimientos, ni matrimonios, ni defunciones de nadie que se apellidara De la Garmilla ̶ transcurre un siglo largo hasta que en 1752-53, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, aparecen en el valle tres cabezas de familia con dicho apellido, concretamente en Puentearenas y en El Almiñé. Se trata de los hermanos Pedro, Juan y Manuel, que son bisnietos de aquel Joan de la Garmilla X, nietos de Joan de la Garmilla y de la Lastra e hijos de Juan de la Garmilla y Ruiz de Sedano. Es pues en la primera mitad del siglo XVIII cuando, por primera vez, el tronco único se ha dividido para dar las tres ramas principales que van a tener continuidad hasta nuestros días. Y, al empezar el siglo siguiente, alrededor del año 1800, ya hay en Valdivielso al menos nueve cabezas de familia que llevan el apellido De la Garmilla: Leandro, Juan, Eugenio, Lucas, Manuel (tres con este nombre), Pedro y Eusebio.
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