Fue uno de esos días en que Radio Valdivielso recupera una historia maravillosa. Uno de esos en que sentimos que recibimos un premio a través de una entrevista. A Fermín Sáez se lo llevaron en un camión el 19 de julio de 1936. La prisión de Burgos, el monumento de Alcocero dedicado a Mola y el penal de Valdenoceda fueron sus destinos durante la guerra. A Fermín le bajaron hasta tres veces del camión que le llevaba a la muerte desde el penal de Burgos. Parece que fueron los propios funcionarios quienes salvaron su vida, le necesitaban para que les escribiera las cartas. En Valdivielso pasó dos años. Estas cosas nos la contó David, su hijo. Parece que su padre era alguien carismático, muy preocupado por aprender, inquieto. Eso en aquellos años era suficiente para considerarle enemigo del "movimiento". Durante los tres años que estuve en presidio siempre se juntó con aquellos que podían enseñarle cosas. En el penal empezó a escribir un libro para Ángel, entonces su único hijo. Pese a que era de Matemáticas a mi me parece auténtica poesía. Lo escribía en papeles que conseguía por ahí. Lo mismo el de estraza que el de un saco de cemento o una cuartilla cuadriculada que alguien le conseguía. Domitila, su mujer, acudía en una burra a visitarle, desde Oña. Gastaba dos días entre ir y volver. Cuando volvía lo hacía con aquellos apuntes de álgebra clandestinos. Gracias a David por querer contarnos esta historia que a él le parece vulgar y a nosotros maravillosa. Gracias a Julio Molinuevo por acordarse de nosotros y traerla hasta aquí.
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David Sáez: Matemáticas desde el penal de Valdenoceda Junio2018 |
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