Guadalupe lleva más de 80 años acumulando juventud. Nos contaba el otro día que todavía tenía muchas cosas que hacer, muchas por aprender y que teme que no le de tiempo a todo. Tiene una memoria magnífica. Con su padre, Serapio, aprendió a hacer la raíz cúbica escribiendo en la corteza de las hayas. El padre faltaba meses en casa, por su trabajo de maderero, y era su madre, Sofía, junto a sus cinco hijas, quien trabajaba la tierra y organizaban la casa. Las canciones de Sofía las guarda Guadalupe junto al mucho amor que les dio... Lo que más le gusta es, además de aprender, escribir. Se ha puesto a hacer lo que nunca pudo hacer antes y es muy feliz. Empezó escribiendo las canciones de su madre y ahora también escribe temas propios. Sorprende que, tras su trabajosa vida por Avilés y Torrevieja, después de 50 años sin cantar ni tocar la pandereta, todo le volviera al regresar a Arreba, su pueblo, hace 10 años.
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Guadalupe de Arreba: vida y canciones Marzo2018 |
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