En Canarias se celebra la “Noche de los fianos”, con hogueras, música y bailes. En Galicia el Samaín, celebración celta del fin de la temporada de cosechas. Se decoraran las casas con adornos relacionados con la muerte. En la Castanyada, en Cataluña, Levante y Aragón, desde el siglo XVIII, las familias se reúnen alrededor de una mesa y recuerdan a sus seres queridos mientras comen castañas asadas. La fiesta de Tosantos, se celebra en Cádiz, disfrazándose. Es como un carnaval, pero en otoño; Andalucía es así. En Soria se celebra con la obra “El monte de las Ánimas” de Gustavo Adolfo Bécquer con títeres, monjes templarios, esqueletos y otros espectros. Es Castilla, es Bécquer. En Jaén, en la localidad de Begígar, los vecinos salen a la calle con cacerolas llenas de gachas que utilizan para tapar las cerraduras de las puertas de las casas. En Narvaja (Álava), los niños acuden, junto a su maestro, a la puerta de la casa del difunto, donde se les atiende con trozos de pan y un poco de vino. Por todo Euskadi se celebra el Gaztañerre Eguna, es decir, la fiesta de la castaña asada. Y Los extremeños, que celebran su día de la Chaquetía donde niños y jóvenes son los protagonistas. Reunidos en el monte junto a sus amigos comen nueces, castañas, almendras, higos y dulces caseros como el membrillo o las bollas.
Y así por toda la península.
Y nosotros, vamos y le llamamos Halloween. ¿No tiene narices la cosa?
Música de Andrew Lloyd Webber, una pieza de su Requiem, para este día de difuntos.
Texto: Enrique de la Peña
Foto: Juan Manuel Castro Prieto
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Enrique de la Peña: Réquiem de Andrew Lloyd Webber
Oct2019
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