Pensaba ayer lo difícil que me resulta hablar del paraíso cuando algunos amigos viven en el infierno. Pensaba que los ánimos se habrían ocultado tras la mascarilla de las cifras cuando el teléfono comenzó a traernos voces. Maru describe su día a día como enfermera en un hospital vizcaíno, habla de falta de medios, de desinformación, de jóvenes a los que también afecta el coronavirus, de lo importante que es lavarse las manos y no salir de casa. De que debemos aislarnos como si ya tuviéramos el virus. A nuestro panadero Marcos le felicitaron sus hijos, a los que no ve hace días, y se emocionó. Pilar Manrique desde Valdeporres, canta una canción con la que su madre Carmen acompañaba la vida. También nos habla del primer tocadiscos que consiguió su hermano, Diego Manrique. Más tarde nos reencontramos con Vladimir que ha querido retomar estos días su sección, El macetero, y nos da buenos consejos para hacer compost. Para transformar la "basura" en riqueza. También sonó Bach. Pasaron más cosas pero no todas están aquí. Hay días en los que la radio tiene más sentido que nunca.

"Canciones con historia" nos trae hoy una música poco habitual en las selecciones de Alberto. Se trata de un exitoso fragmento de una zarzuela. En 1918 nadie se tomaba muy en serio aquella pandemia que acabó conociéndose, cosas de la guerra, como la gripe española. Como en su inicio no pareció muy grave, los medios se la tomaron en broma y la apodaron 'El Soldado de Nápoles' por ser tan pegadiza como el coro de esta serenata de la obra "La canción del olvido".
#Quedaosencasa

Sabemos que lo más importante es la salud. Pero también sabemos de las consecuencias que para la economía tiene todo esto que nos está pasando. Quedarse en casa es lo que tenemos que hacer la mayoría pero algunos tienen que seguir trabajando. Entre ellos, los comercios de alimentación de Valdivielso. En el valle tenemos tres y hoy hemos querido hablar con ellos, saber cómo están, darles ánimos y agradecerles su trabajo. A Maria Ángeles de Embutidos La Serrana la hemos pillado haciendo chorizo, con los ajos en la mano. Nos ha dicho que la venta ha bajado al menos en un 70% por ciento y, pese a ello, se ha mostrado fuerte y animada. Aunque al despedirse se le ha quebrado la voz. Gus de la Quesería el Carluque estaba, aprovechando la tranquilidad, dedicado a la burocracia. "Nos planteamos dejar momentáneamente la producción de fresco" hasta ver como evoluciona esto. Mientras, siguen distribuyendo en Burgos y Bilbao. Montse de la Panadería de Quintana estaba, como casi siempre, repartiendo por los pueblos. En estos días vende más pan por la llegada de gente de otros lugares. "Lo que va a ser un agujero terrible es lo de Semana Santa". La facturación de esas fechas es clave para todos los negocios del valle. Como ya hace Montse, La Serrana y el Carluque también se han ofrecido a llevar sus productos a las casas. Los tres también están dispuestos a llevar otras compras a los vecinos que pudieran necesitarlo. Nos alimentan el cuerpo, también el alma.

"Valdivielso es una clase magistral de geografía y sensibilidad ambiental" nos dijo Fernando Manero cuando le llamamos para felicitarle por la concesión del Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades 2019 que le habían concedido el día anterior. Una buena disculpa para volver a hablar con un apasionado de nuestro valle como él. "Todo empezó en Valdivielso" nos había dicho antes. Y es que, como nos cuenta con su entusiasmo habitual, el valle ha sido determinante en su vida.
"El jurado ha reconocido su carácter pionero en los trabajos de investigación sobre la realidad geográfica de Castilla y León, teniendo en cuenta la importancia de su patrimonio territorial y cultural, así como su conocimiento de la industria en Castilla y León, con un enfoque innovador y su trayectoria investigadora".
También os dejamos el pregón de las fiesta de la Merindad del año 2017 en Arroyo que finalizó con estas bellas palabras:

"Ahí, Donde la naturaleza grandiosa e imponente invita a la visita Donde los horizontes de altitud variable se modulan en contacto con el cielo protector Donde las aguas acompañan por doquier con su murmullo que no cesa Donde la montaña y el valle se necesitan y explican mutuamente Donde la piedra esculpida sin descanso por el tiempo es a la par arte y desafío Eso es el Valle de Valdivielso Ahí, Donde la perspectiva desde las tierras altas del Sur resulta fascinante Donde el descenso que serpentea desde La Mazorra depara sensaciones sorprendentes Donde la trama del Ebro conduce al espectáculo aún por descifrar Donde el recorrido pausado permite detenerse en detalles imprevistos Donde el paseo nunca concluye Eso es el Valle de Valdivielso Ahí, Donde las conversaciones descubren mentes despiertas y gentes entrañables Donde el esfuerzo se empeña por alumbrar los frutos apetecibles de la tierra Donde el patrimonio cultural revela una historia que pugna por sobrevivir Donde el árbol se enseñorea del espacio y señala sus principales referencias Donde la mirada jamás reposa ni se da por satisfecha No lo dudéis Eso es la Merindad de Valdivielso".

Nuestra emisora sigue funcionando con su horario habitual, la puerta sigue abierta aunque ahora no es para que entréis y os sentéis a mi lado a conversar. Está abierta para seguir viendo un trozo de cielo, una rodaja de paisaje. El teléfono será durante estas semanas nuestra única herramienta para conversar con otros. ¡Y qué gran herramienta! Hoy con nuestro párroco, Juanmi Gutiérrez, han entrados los sin techo, la gente que no tiene hogar en el que pasar la cuarentena. Seguramente, los más olvidados de esta crisis en nuestro país. Hoy también hemos llamado a nuestro amigo Abdul Kader Al Khalil. Queríamos felicitarle por su cumpleaños. No he podido evitar relacionar nuestro encierro obligado con el que él sufrió en Alepo durante tres años. " Un solo minuto de lo que viví en aquella situación es peor a todo esto" ha dicho emocionado. No es comparable. Aquella guerra empezó hace 11 años, el día de su cumpleaños, un 15 de marzo como hoy. Desde entonces no lo celebra pero un poco de felicidad espero que le hayamos dado con nuestro cariño. Con Abdul se han sentado a mi lado, se han colado en las casas del valle los refugiados, los que viven bajo las bombas. Con él también se ha vuelto a escuchar un alegato por la paz, contra la venta de armas. Con Roberto Saiz nos hemos ido a la vida en un piso de Miranda, a la responsabilidad y a la esperanza de que de esto salgamos siendo mejores. Nuestro aplauso al personal que trabaja en la sanidad se lo hemos dado a la Doctora Bueno en nombre de todos. El programa lo hemos acabado con dos vecinos de Puente Arenas, Rocio y Feher Masawa, hablando de esa hermosa canción que acaban de publicar, con Lorca y Camarón acompanándoles en la memoria, con su "Nana del caballo grande". Al girarme en mi silla no hay nadie sentado a mi lado pero sigo viendo cosas, entre otras el cuadro que Abdul nos regaló.
Sí, la radio sigue y vuestras voces son más importantes que nunca. Gracias por acompañarnos. Gracias por hacer posible esta radio comunitaria.

Como canta Manolo:
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    "Vendrán días en que el peso
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    Que hoy te abruma se hará liviano.
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    Vendrán idas en que ese peso
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    Ya no será carga sino bagaje".

Antes de entrar en nuestros estudios se ha frotado las manos con una solución hidroalcohólica. No nos hemos besado, ni juntado nuestras manos. Hemos conversado a una distancia de más de un metro y he cambiado el cortavientos del micrófono. He guardado las esponjas chilenas y a Amalia le ha tocado una morada de las otras. Ella, además de vecina de Valdenoceda, es una de las médicas del centro de salud de Villarcayo. Con ella hemos repasado la situación que el coronavirus ha dejado en el país y cómo debemos actuar los valdivielsanos. Los que vivimos aquí y los que estáis un poco más allá. Desde el llamamiento a la calma, la Doctora Bueno ha apelado a la responsabilidad individual por el bien colectivo. "Quedaos en casa" es el mensaje más necesario en este momento. Los que estáis fuera no vengáis. Esto no es una broma. Los que estamos por aquí podemos salir pero siempre evitando el contacto con la gente, manteniendo mínimo un metro de distancia y siguiendo los consejos reiterados. Ha sonado también la "Cumbia del coronavirus" y su mensaje de "lávense las manos , háganlo seguido". Sí, hay que lavarse mucho las manos. En caso de síntomas, no acudir al centro de salud, no ir a las consultas. Llamad al 900222000. Todo esto lo hemos compartido sin perder el humor y la alegría. Como hay que hacer con las cosas serias. Gracias.

Aún existe espacio más acá de la última frontera, millones de kilómetros hasta el límite. Hay maneras de no instalarse en la incierta inercia de existir; es posible vivir. Se trata de hacer de la vida un interludio amable, distraer el tedio, entretener la aflicción abriendo las puertas a la armonía, reservando espacios sensibles para la contemplación y la reflexión.

Consiste en compartir sentimientos que se expresan en el milagro de una sonrisa, apelando a una melodía a una fotografía o al lirismo de cualquier lectura.
Mientras habitemos el tiempo y el misterio de los días que encierran un color, un abrazo o un susurro; mientras seamos suficientes para alguien, mientras alguien o algo sea necesario para nosotros.

Sin invocar a ningún dios, sin solicitar la ayuda de ningún héroe. Mientras haya un Yo habrá un Nosotros.

Suena el teléfono en directo, al otro lado alguien dice que se quiere hacer socio de Radio Valdivielso. Que nos ha conocido por otros medios y que, aunque no sea del valle, en Santaolalla pasó los mejores años de su vida. Se llama José Félix y se presenta como el hijo del maestro de Santaolalla en los años 50. Llegó con un año y no había casa de maestros en la que guardar los muebles. Fue Fonso, el gorrión, el que les acogió mientras buscaban acomodo. A Fonso le considera su abuelo.

Félix, el maestro, se recorrió varios pueblos del norte de Burgos, desplazado por las maestras. Su hijo recuerda desayunar cada mañana viendo San Pedro de Tejada, bajo el nogal de la iglesia, saboreando la leche de la cabra que tenían en casa. Su padre ganaba más con las 40 gallinas que con el sueldo de maestro. Isabel, su madre, enseñó corte y confección a muchas chicas del pueblo... Volveremos a hablar seguro.

La fotografía es de la escuela de Santaolalla, justo después de irse Félix, con Carmenchu de maestra