Fue su primera clase fuera del aula la que hizo que Vladi se apasionara por las plantas. Casimiro era aquel profesor que marcó para siempre su vida en aquella clase de 2º de BUP. Gracias a ese encuentro, cada semana desde "El macetero" aprendemos con Vladi. Hoy hablamos de los distintos sauces que tenemos por aquí . Entre ellos el sauce plateado. Son muy fáciles de reproducir por esqueje. También hablamos de algún ojo de vaca y de que la cabra tira al sauce. De la inmortalidad y la sabiduría que para algunos ha simbolizado, a lo largo de los años, el sauce. Terminamos besándonos con un poema de Becquer.

En los años 50 Cris era una joven inquieta a la que el teatro, la música o la danza le apasionaban. En Vitoria, su ciudad, se apuntó a un curso de dramatización sin saber que en él se iban a seleccionar locutoras para Radio Álava. Ella fue una de las cuatro elegidas y durante semanas se puso delante de un micro para demostrar sus capacidades. Sin embargo, lo que para la otra joven elegida se convirtió en su profesión durante 40 años, para ella solo fue un paso fugaz. Hasta ayer, no volvió a hablar en una emisora de radio. La razón es que para trabajar allí le exigían sacarse el carnet de camarada de la falange. Aquella chica de 17 años se negó y aquella puerta se cerró para siempre. Después, trabajó en la fábrica de naipes de Heraclio Fournier hasta que se casó. Allí revisaba cada carta para ver si había algún fallo de impresión o las empaquetaba bajo la mirada de un estricto inspector filipino. Dejó el mundo laboral para no dejar de trabajar en casa, criando a sus siete hijos. En todo ese tiempo, hoy tiene 81 años, no ha parado de leer. "He leído bibliotecas enteras" dice Cris y recuerda cómo, cuando acostaba a su camada, se cogía un libro con el que estaba hasta la madrugada. Una afición que heredó de su padre, "un hombre adelantado a su tiempo". También nos contó que a los 11 años enseñó a su madrastra, analfabeta, a leer y escribir. Cris es la madre de José Luis, el gaiteiro-canteiro que hace unos días se tropezó con nuestra emisora. El sábado, creo que hicimos un poco de justicia poética con ella. Gracias a Radio Valdivielso, volvió a ser esa locutora de radio que no le dejaron ser. Fue un placer conocerla.

"Oye mi voz, oye mi voz, colombiana" dice el estribillo de una canción que, muchas veces, nos han cantado gentes del valle. Socorro fue la primera. Después, se sumaron Gaspar, Feliciano o José Antonio. De Colombia han llegado en los últimos años un puñado de mujeres que han cuidado amorosamente a algunos de nuestros mayores. Andrea Ceballos lo ha hecho con Gaspar y Victorina hasta hace unos meses. Ayer, hablamos con ella para conocer como estaba viviendo, desde Burgos, la grave situación que está sufriendo el pueblo colombiano tras las protestas contra la reforma tributaria anunciada. Más de 20 personas han muerto por la represión policial. Cali es una de las zonas más golpeadas y de allí también llegaron a Valdivielso los amigos de Cuaderno de Notas, Carol o Jota hace unos meses. También recordamos la visita de Levis y Robiro, miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó. La asociación Memoria Viva nos cuentan que están "recaudando fondos para que puedan gestionar que lleguen alimentos y materiales de primeros auxilios, es muy urgente, les están matando. Puedes hacer tu aportación a través de la cuenta de la Asociación Colectivo Memoria Viva de los Pueblos, de Fiare Banca Ética, ES90 1550 0001 2100 1001 5121".

"Saca la voz que llevas dentro" es el título del taller de canto que Rocío va a impartir los martes de mayo y junio en Quintana. Ocho sesiones que comenzarán el próximo 11 de mayo en la Iglesia de Quintana de 19 a 20:30h. Nos lo presentó ayer en antena e invitó a todos los que queráis apuntaros. Organiza Radio Valdivielso con la colaboración de la Junta Vecinal de Quintana. El precio es de 20 euros y os podéis inscribir en el 653872084.

Le brillan los ojos y se le ilumina la cara cuando habla de su nuevo destino profesional. Desde el pasado 19 de abril, Juan San José es el médico de Valdivielso y eso hace que haya una razón más para sentirnos afortunados de vivir aquí. Llegó a las Merindades el 17 de marzo del 2000 para trabajar en la UVI móvil de la zona. Hoy se la llama UME (Unidad Móvil de Emergencia) y en ella ha estado los últimos 21 años. El sábado recordamos aquella vez que me llamó para que felicitara a los vecinos de Condado. Fue el día en que un paro cardiaco quiso llevarse a Fernando... Ha decidido dejar ese trabajo, relativamente tranquilo, para ser parte del mermado equipo médico del centro de salud de Villarcayo. El primer día salió noqueado pero, poco a poco, se va encontrando tremendamente feliz al sentirse médico otra vez. Junto a Irene formó una familia, con tres hijos, y en Santaolalla tiene un refugio que espera llegue a ser su casa un día. Con Juan habíamos hablado varias veces en antena: boda en Santaolalla, fracking y salud, Alimenta Merindades, pequeolimpiada en Échale cuento o inocentada el día de su cumple. Estar al lado de Juan es estar al lado de un hombre bueno.

Si algo nos ha transmitido Vladimir Rivero desde que le conocimos es entusiasmo. la pasada semana nos trajo su primera novela y compartimos un martes más con su vitalidad. Esta vez, las plantas dejaron paso a la literatura. Define "El regreso del mundo oscuro" como una distopía rural desarrollada en un presente paralelo. Protagonizada por jóvenes y animales cuenta con las Merindades casi como un personaje más. Empezó siendo un cuento de 18 páginas y hoy solo es la primera parte de una tetralogía. Para Vladi escribir es un proceso catártico que le hace tremendamente feliz. Pronto lo podréis comprar en la librería "Garabatos" de Medina de Pomar. Por cierto, en la historia hay una radio rural que, quizás, os resulte familiar.

José Luís Martín es un afinador de quesos de fama mundial que la pasada semana pasó por Valdivielso. Vino a compartir sus conocimientos con los amigos de "El Carluque". Antes de volverse a Madrid, visitó nuestros estudios y nos dio una clase magistral en directo. Martín Afinador afirmó que la de Valdenoceda es una de las queserías más bonitas que ha visto en toda España. "Han hecho una casa para el queso. Darán mucho que hablar a nivel estatal para bien. De momento, son principiantes que van por buen camino" son algunas de las cosas que dijo mientras catábamos uno de los quesos "Cuanto más feo es el queso por fuera más rico está por dentro. Hay que conquistar el mercado del sabor. Informar al consumidor y buscar un cliente que valore la calidad. El queso no se debe envasar al vacío bajo ningún concepto, salvo para viajar en verano y solo en el trayecto". Gus también intervino y calificó de inspiradora la visita del afinador. "Llevamos un año y cuatro meses y queda mucho por hacer. Mañana estaremos aún más motivados. Con pequeños ajustes se pueden conseguir grandes cambios para mejorar nuestros quesos". Si quieres saber más de Martín Afinador date una vuelta por su Qava.