Esta música siempre la sentí como un sonido redondo. Un sonido que nos hace girar y girar… si cerramos los ojos nos traslada a hace ya tiempo… a ese tiempo en el que podíamos cabalgar en jirafas, en caballos o dar vueltas dentro de enormes tazas de colores. Sujetos por una mano firme y sutil, la mano de nuestros padres, dábamos vueltas y vueltas y pensábamos que todo era así, de color, lleno de brillo, repleto de luces y mientras subíamos y bajábamos, mientras girábamos agitábamos la mano diciendo hola y adiós a todo aquello que desde nuestra brillante montura divisábamos y que de aquella… creíamos que era el mundo, todo El Mundo... y gira y gira y sube y baja y gira y gira…
Nuestra niñez. Cuidémosla siempre, no la perdamos de vista, pues ella es el cimiento sobre el que se apoya el puente de nuestra vida, ese que enlaza nuestro pequeño presente con el destino.
Texto y foto: Aurora Espiga.
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Juan nos presenta "Barcarola Cuentos de Hoffman" de J.Offenbach Dic2013 |
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