Princesas de color blanco, envueltas en organzas y gasas, adornadas con pequeñas flores, con lazos o con cintas. Llenas de jaretas, de fajines de raso, pendientes de no “pisarse el dobladillo”, tocándose más de una vez el pelo y no sabiendo muy bien qué demonios hacer con las manos. .
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Almirantes de fragata, capitanes de barco y marinos de blanco y azul, colocándose ese enorme cordón que nunca acaba de quedar donde debe, tirando de esa manga que en el fondo “tira un poco” y no reconociendo sus pies metidos en serios zapatos negros. .
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Princesas y Marinos, Marinos y Princesas que los sábados y domingos de mayo aparecen de repente en las calles y plazas de nuestros pueblos, de nuestros pueblos grandes o pequeños. Ruidosos, contentos, felices y llenos de vida son las flores más bellas que cada año brotan en primavera Texto y foto: Aurora Espiga.
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Juan nos presenta “La danza de las horas 1” de Ponchielli Mayo 2013 |
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