Hace unos meses la muerte de Mª Ángeles hizo que su hija Idoia se pusiera en contacto con RV para recordarla. Prometió entonces que un día nos visitaría con Jose Mari, su padre. Nos habló de su memoria privilegiada y de los muchos recuerdos del valle que guardaba en ella. Hace unos días aparecieron, junto a Julen, por nuestro estudio y empezamos a charlar. José Mari de Tartalés, aunque nacido en Hoz, recuerda el incendio de su escuela y como un vecino sacó en llamas a otro. Recuerda cómo, junto a su padre, iba por el viejo camino entre Panizares y Cereceda llevando un ternero vivo sobre el burro por la estrecha y peligrosa vereda. Recuerda cuando compraba quesos frescos en la Bureba, quesos que después vendía por el valle con su bicicleta. Parece estar viendo el día en que el concejo abierto de Panizares decidió comprar la primera televisión, allá por el año 1963. También recuerda que era muy niño cuando los italianos aparecieron en su casa de Tartalés, durante la guerra, pidiendo huevos, de cómo robaron chorizo y arrasaron huertas. También se acuerda de Celestino, el del autobús, y de la canción que un día cantó. Habló José Mari de la vida recordada desde su memoria sonriente.
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La memoria sonriente de José Mari Nov2014 |
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