Lleva dentro el olor del jazmín y de las flores de azahar. Guarda el sonido del agua en fuentes y arrayanes. Está empapada de la espuma y de la sal de un mar muy cercano y llena de tonos, de tonos alberos, ocres, rojizos y blancos. Repleta de sol, de cielo azul y de polvo, de polvo del Camino, es una música de luces y de sombras, de meandros y recodos, de huellas de carreta, de ágiles brincos de caballos. De volantes y de filigranas en piedra. De sabor a ajonjolí y aceite. De nuevo el Sur, tan diferente, tan nuestro… y a él nos vamos de la mano del Maestro Rodrigo.

Caminos de Valdivielso, transitados durante siglos por tantos hombres y mujeres, ¿a cuánta gente habréis olvidado? ¿O solo las personas olvidamos? Tal vez tengáis buena memoria y recordéis a un hombre sencillo y afable que, hace ya cincuenta años, y también algunos más, caminaba en verano de pueblo en pueblo, por el valle y por toda la provincia, calzando unas simples sandalias y vestido con un viejo hábito de lana. Para muchos de los que le conocimos, aquel hombre es inolvidable. Desde luego, su llegada a nuestra casa era un gran acontecimiento. Nos visitaba una o dos veces en todo el verano. Aparecía hacia el mediodía, y mi abuelo le recibía con abrazos y con una gran emoción. Se sentaban juntos en el comedor del primer piso, una habitación que en época de veraneo servía también de dormitorio, pero aquel día se convertía en el lugar de encuentro de Valentín Garmilla con su primo, el Hermano Lázaro. [Seguir leyendo]

El día que hablamos con Eugenio todos los grandes medios de comunicación hablaban de la muerte de la duquesa y del encarcelamiento de la tonadillera. Y claro, resultó inevitable que el pastor de Robladillo nos diera su opinión, mientras las cencerras y la radio sonaba de fondo. La conversación sirvió para descubrir que en otros tiempos los camineros sembraban patatas en las orillas de las carreteras o para recordar que "hasta San Andrés sementera es".

El anuncio de nuestra lotería se ha convertido en un éxito sin precedentes. Para conocer los entresijos de su grabación invitamos a Vladimir, el autor y protagonista del mismo, a nuestros estudios. Descubrimos como se gestó, cuantos dientes de león necesitó para una toma de dos segundos o de dónde había salido su indumentaria. Mientras hablábamos nos llamó en directo, desde Londres, alguien muy famoso que había visto el vídeo y había descubierto en él su "gabardina". También puedes ver aquí algunas tomas falsas y momentos de la heroica grabación.

Llegaron con la intención de llevarse un poco de suerte y pasar discretos. Como a tantos otros les engañé con la intención de que saludaran a los pocos habitantes del valle que por aquí andamos. Además de abuelos felices hoy, fueron emigrantes de jóvenes. El malagueño recuerda el autobús pirata en el que partió una noche con destino a Vizcaya. La quecedana dejó su pueblo con 14 años y en la estación de Bilbao la esperaba la familia para la que trabajaría durante 5 años. Quiso regresar al día siguiente pero tuvo que esperar al verano. No faltó ni un San Blas. Hay cosa que son sagradas. Tere y Antonio, como otros, pensaban que no tenían nada que decir y, sin embargo, en este breve encuentro nos mostraron dos fotografías precisas de lo que fuimos. Al fondo cantaba Socorro.