El protagonista era él que vino a hablar de su viaje, de su libro y de su exposición. Pero tuvo que esperar. Como otros, llegó con su familia, con Vega, Eva y Pedro. Con ellos hablamos de tuberías que esconden espíritus, de animales en descomposición, de los deberes y la escuela, de rehogar verduras y saborear lentejas. De la importancia de los que se quedan mientras otros se van. Los mayores no estuvieron mal pero yo tengo debilidad por los "jóvenes" que cogen el micro sin miedo y nos hablan de la vida. Los primeros 25 minutos son suyos.
Enrique de la Peña nos habló de Gambo, ese lugar olvidado de Etiopía a cuyo hospital rural acudió el pasado mes de septiembre para ejercer de médico cirujano voluntario. No se conforma con lo que hizo esos 15 días y por ello el próximo fin de semana expondrá algunas de sus magníficas fotos en La Tabacalera de Lavapiés. Por eso, también ha escrito "Ama y guarda" dónde recoge lo que allí vivió.
En su blog comenta: "La cooperación en países en los que impera la marginalidad, la pobreza y el subdesarrollo, reencuentra al médico con su vocación y al hombre con el compromiso moral ante sus iguales.
Esta narración que estoy empeñado en que conozcáis, está basada en un texto y en una pocas, muy pocas pero seleccionadas imágenes, que nació con carácter biográfico, un simple diario de viajes, pero que le obligó a uno a reflexionar sobre la desigualdad, la injusticia y el fracaso colectivo en el reparto de las oportunidades. El libro que está ya en imprenta describe esas “desvivencias”. Y se llama: Ama y guarda. Un refrán castellano que con tres palabras define mi vida".