Pues algo así como una especie de electrón excitado es el sonido al que, más que escuchar, perseguiremos hoy… puro movimiento engarzado en notas de aire que frenéticamente por el aire se expande y parece tener la cualidad de pintar con brillantes colores todo lo que va tocando. Así que, por unos instantes paremos nuestra actividad, seguro que un tanto enardecida por los unos, los otros y también por nosotros mismos, y sigamos con el oído y por qué no, con la mirada, el rastro del ya mencionado electrón excitado, capaz de pintar con los colores del arcoíris todo aquello que a su paso encuentra. Come on: let’s be happy !!!

Entró mientras sonaba una canción. Sólo vino a saludar pero la canción se terminó y no me quedó más remedio que preguntarle por la coyuntura económica del momento. Javier Gutierrez en 10 minutos nos dejó las cosas claras. Dios nos pille confesados.

Aulagas en flor a 2 de enero en los Corrales de Marojal, bellotas apolilladas en el árbol, cebadas amarillas por los hongos, garrapatas que no se van, colores de mayo. ¿Cuando siembro? Cosas que nos contaba esta semana Leandro desde Puertofrío, más allá de Miravacas, mientras sonaban las cencerras de las ovejas de fondo. ¿Habrá llegado demasiado tarde el invierno?

Skafo es una referencia para sus muchos seguidores en las redes sociales. Siempre pegado a la actualidad, lo mismo se atreve con las futuras elecciones, lo nuevo de Justin Bieber o su añorado fútbol de los años 80. Esta vez quiso explicarnos, pese a ser de letras, qué son las ondas gravitacionales. Su abuela tampoco entiende muy bien las cosas que a veces nos cuenta. Sé Skafo, no te rindas.

Cuando en una desapacible y solitaria mañana de febrero entran por la puerta tres vecinos con ganas de hablar, sabes que el día va a parecer más soleado. Los presenté como tres de Hoz porque allí les conocí y porque allí pasan buena parte de sus días. Damián recordó sus primeros años en Tartalés, cuando el único camino era el fuerte. Habló del cable a través del cual se bajaban los pinos, de las obras de la carretera, de la guardia civil... A Lin no se le olvida Melquíades, el cura, ni las monedas del cepillo que sisaba aprovechando el ángulo muerto del coro de la iglesia. Eugenio nació en la ribera del Duero y llegó al valle de la mano de su mujer. Cuando vio a su suegro, Rafael, sintió que veía a su padre.