Desde aquella alcazaba de Monte Arruit, sitiada por los rebeldes rifeños, la mente del joven Gabriel viajaría en un retorno gozoso al valle lleno de verdor y agua en el que había crecido, a orillas del Ebro. Soñaría con el colorido cambiante de las choperas y la exhuberancia de huertas y frutales. Es seguro que los pensamientos de aquel chico de veinticuatro años oscilaban como un péndulo entre la vida y la muerte, entre el recuerdo y la realidad. Pensaba en su padre, Emeterio, que estaría en la taberna que regentaba en Puentearenas. Su hermano Vicente andaría también por allí, aprendiendo el oficio de tabernero y comerciante. Habrían celebrado ya la fiesta de Santiago y, en aquellos días de la canícula, la gente del pueblo saldría por la noche a tomar la fresca y a beberse a gusto una chato de tinto o un albillo en la taberna.

Gabriel, viendo su muerte inevitable y cercana, pensó en escribir una carta que, de algún modo, llegara a Puentearenas, pues el muchacho sentía la necesidad de despedirse dignamente de la vida, y de hacer saber a su padre y a su gente todo lo que a él en aquellos momentos le estaba sucediendo y cuáles eran sus preocupaciones, sus sentimientos y anhelos. [Seguir leyendo]

Acogedores, diversos, hospitalarios, reservados y excesivamente festivos. Así ha definido nuestro buen amigo Julian Diez a los peruanos con los que ahora convive. Empezó en la selva amazónica peruana y ahora está en las montañas, cerca de Jauja. Hemos recorrido aquel país y también otros en los que trabajó desde el "pasionismo" misionero, Guatemala, El Salvador y Honduras. En este último coincidió con la asesinada Berta Cáceres. Nos ha contado que deforestan la selva de un día para otro. Plantan papaya o palma africana y tras una o dos cosechas ya la tierra no les sirve y deforestan otro trozo. Lo hacen con la complicidad de los que mandan, claro. También hemos recordado sus recién celebrados 25 años de cura. Un placer hablar de la vida a su lado.

El pasado viernes se celebró un nuevo pleno ordinario en el ayuntamiento de Valdivielso. Entre otros asuntos, se aprobó la cuenta general del 2015 con un saldo negativo de 54.641,91. El saldo de tesorería era a final de año de 206.203 euros. Sandra Peña fue elegida por sorteo nueva juez de paz sustituta. Fue aprobado el reglamento de caminos y la ordenanza de subvenciones de asociaciones. Hasta ahora no existía ninguna que regulara esto. Se aprobó por unanimidad la ordenanza de ayuda a la natalidad. Frente a los 450 euros actuales, se darán 900 euros en tres anualidades de 300 euros. Hasta ahora los requisitos exigían que unos de los padres estuviera empadronado desde hace tres años. Se reduce ese requisito a un año. También fue aprobada, por unanimidad, la cesión durante 30 años de la Escuela de Arroyo a su Junta Vecinal.

Finalmente, con la abstención de los tres miembros del PP, salió adelante una moción que solicita el cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña. De otras muchas cosas informó el alcalde como podéis escuchar en esta grabación. Al pleno no pudo acudir el representante del PSOE.

Habiendo dejado las llaves del coche a una especie de “robocop”, de escaso español y de envergadura similar a un Airbus350, he cenado un delicioso pescado en un restaurante japonés, pisando arena de playa andaluza. Mantel de hilo. Clientela digamos “pintoresca”. Atención perfecta.

De regreso a casa escucho el sonido que hoy nos visita y de inmediato la fuerza suave de los primeros rayos de sol en un lejano cielo del norte, se hace sentir. Presa de la “globalización” que arrastro de la cena, he tenido muy claro qué poner. Y aquí les dejo la fuerza suave de los últimos rayos de sol en un cercano cielo del sur, que no tienen reparo alguno en hacer compañía a la luna. Imagen perfecta.

Un nuevo desprendimiento en la carretera de Tartalés de los Montes ha mellado el acceso a este hermoso pueblo de Valdivielso. La tarde del pasado martes una roca de unos 5.000 kilos, según valoración de los lugareños, cayó sobre el asfalto llevándose por delante una pequeña parte del firme y de su muro de contención. Los daños no parecen muy cuantiosos. Afortunadamente, nadie pasaba por allí en el momento del suceso. La mayor preocupación reside ahora en determinar si nuevos desprendimientos se pueden dar en este lugar. Desde el ayuntamiento se ha solicitado la colaboración de la Diputación de Burgos para llevar a cabo un estudio geotécnico. A las ocho de la mañana del día siguiente, Paco ya estaba despejando el acceso para que no hubiera problemas de transito. Aquí nos cuenta, con humor, sus impresiones.