Con detenimiento, con escrupulosa atención y cuidando los más insignificantes detalles, la chiquilla que les dejo es la viva imagen de la meticulosidad. Meticuloso fue un gran amigo del Maestro que hoy nos visita. En cierta ocasión recibió unas muy precisas indicaciones acerca del destino de una partitura. El amigo optó por llevar a cabo un cuidadoso plan… en sentido contrario. El resultado de esta meticulosa desobediencia lo podemos escuchar hoy. Así que, sin más, disfrutemos con el sonido de este piano que sigue las notas de una partitura que estuvo destinada a morir en el fuego. Bendita desobediencia meticulosa la de aquel amigo.
Texto y foto: Aurora Espiga.
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Juan nos presenta “Fantasía para solo de piano” de F. Chopin Abril2017 |
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