Es otoño en el valle. En breve invernará con las primeras aguanieves fugaces y los cuatro o cinco días de remolinos de hojas dando vueltas en las esquinas de un caserío.

Imagínate a primera hora de la mañana, la sombra de las nubes avanza deslizándose en un alud de umbría, arrastrándose y agarrándose sobre unas montañas que te miran desde el otro lado del valle; unas nubes hechas jirones, negándose a abandonar la humedad del bosque, anclando sus uñas rotas contra la rocalla de la sierra de la Tesla, coronada durante las últimas semanas por un cielo plomizo.

Me gustaría que caminases conmigo, pisando sobre la hiedra esparcida sobre el suelo y agarrada por doquier encima de los tejados, en una villa que te quiere mirar suave y pálida por la neblina. Quiero que pasees por la penumbra que hay bajo los quejigos y las coscojas, abriéndote paso con tus brazos entre escaramujos, majuelos, saucos y cerecillos. Una espesura que se junta con el borde de las nubes de esta mañana en la que te he situado, sin saber qué es cielo y qué es sombra de árbol.

A esta hora sólo se escucha el silencio y una música mínima.

«Val umbroso de flores peregrinas,
Llenas de gusto, olor, beldad, sustento,
Que alma, affectos, desseo, entendimiento,
Mueves, guías, enciendes y refinas. (...)»

Y mucho más dice este bello poema de Alonso Varona de Castilla, «natural del lugar de Valhermosa en el Valle de Valdivielso». Con sus versos (pondré al final una transcripción completa) Valdivielso entra por la puerta grande en la literatura del Siglo de Oro, y digo esto porque, en mi modesta opinión, tienen tal calidad que podría haberlos escrito el mismísimo Lope de Vega. [Seguir leyendo]

Hace unos días, la comisionada para el reto demográfico, Isaura Leal, convocó a un grupo interesante de gentes conocedoras del mundo rural. Entre ellos, nuestro amigo Ramiro Palacios al que le pedimos que valorase el encuentro en el ministerio. Aquí nos cuenta la buena impresión sacada del mismo y cuenta, entre otras cosas tres grandes asuntos que quedaron constatados:
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1- La despoblación no es un problema estrictamente demográfico. Es también cuestión de cómo organizar el territorio para favorecer procesos de desarrollo.
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2 - Los problemas del mundo rural tienen su contraparte en el mundo urbano.
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3 - Hay que modificar el entramado institucional para favorecer el desarrollo, vinculando la gestión de los recursos del territorio a su gestión local.
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Entre las tareas marcadas están las de mostrar experiencias ya en marcha, modificar normas que dificultan el desarrollo y tener en cuenta la perspectiva rural ante cualquier decisión importante. Decía Ramiro en su muro: " Cuando, después de tres horas de compartir ideas, abandonamos la sala, la tierra que pisamos, el agua que bebemos, los tejados que nos cobijan... quedaron allí. Repetiremos".

La asociación "Alimenta Merindades" se presenta este sábado a las 18:00 en la casa de cultura de Villarcayo. El sábado nos visitaron dos de sus miembros, Juan y Txomin, para hablarnos del proyecto. Además de ser los primeros entrevistados en estudio con nuestras flamantes esponjas, se han traído la guitarra y han interpretado una entrañable versión del "Somos" de Labordeta. "La Asociación ALIMENTA MERINDADES pretende contribuir a la creación de un modelo alimentario sostenible en el que las personas recuperen el poder de decidir sobre su alimentación y la capacidad de proveerse de sus alimentos, basado en los fundamentos de la economía social y solidaria, el ecofeminismo, la justicia social, la protección del medio ambiente, la producción de alimentos ecológicos y de proximidad, y el mantenimiento de los recursos para nuestro buen vivir y el de las futuras generaciones".

El pasado verano, Erwin David escribió en un comentario en una foto de nuestro muro de facebook: "Escribo desde Chile. Les he realizado unos cobertores de micrófono para vuestra radio pero no tengo cómo hacerles llegar esto". Me sonó extraño que alguien desde aquel país en el que tenemos unos cuantos amigos hubiera dedicado su tiempo y dinero para eso. En cualquier caso, me puse en contacto con él y le pregunté cómo había llegado hasta nuestra emisora. Aquí contamos a través de dos audio lo que pasó hasta que la pasada semana un amigo de Erwin los trajo hasta Barcelona. Imagino que podríamos haber encargado y pagado algo parecido aquí pero no tendrían el valor que estos cobertores tienen. La historia de un amigo desconocido, de una radio rural naciente, del impulso de un corazón al otro la lado del Atlántico. Nos gusta seguir haciendo amigos, nos gusta que en cada rincón de los estudios Pedrito Barcina haya una historia escrita en el aire. Gracias, amigo Erwin. ¡Viva el el Valle de Hueyusca! ¡Viva el valle de Valdivielso!