Esta torre de planta octogonal seccionada, que alberga la escalera de husillo para subir a la espadaña, la construyó el maestro de cantería Juan de la Garmilla en 1657. Las plantas trepadoras la están devorando y, por desgracia, poco más queda de la bonita iglesia de Santa Cruz que en otro tiempo fuera la parroquia de Valhermosa.
Sin embargo, de Juan quedamos también todos los Garmillas de Valdivielso, con independencia del lugar en que llevemos su apellido, e incluso muchos que no saben ya que lo llevan. Este maestro cantero se vino desde la Merindad de Trasmiera en el siglo XVII, no solo para dejar bellas obras de arte en el Valle, sino también para establecerse en él. Se casó, poco después de 1650, con Francisca de la Lastra, nacida en Puentearenas en 1632, hija del también trasmierano y maestro de cantería Francisco de la Lastra, quien construyó, entre otras cosas, la torre de la iglesia de Población y la casa de los Díaz de la Torre (llamada "Casa de los Capellanes") en Arroyo. Pero esa es otra historia: sobre estos maestros canteros y sus trabajos en Valdivielso aún hay mucho que investigar. De momento, contemplemos las viejas ruinas en la soledad de uno de los parajes más hermosos del Valle. La torre sigue en pie, y la numerosa descendencia de la pareja Garmilla-Lastra puede todavía emocionarse con toda esta belleza.
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Texto y fotografía: Mertxe García Garmilla