Este sábado 13, a partir de las once de la mañana, se llevará a cabo el anual homenaje a los represaliados del penal de Valdenoceda. En el acto se entregarán a las familias los restos de Julián González y Abilio Luis, dos identificados recientemente. Otros tuvieron más suerte. Hoy hablamos con Eva, la nieta de uno de ellos. Justiniano Camuñas llegó al penal de Valdenoceda el 9 de septiembre de 1939 y salió de prisión el 21 de noviembre de 1941. Había batallado en dos guerras, la de África y la guerra civil. En la batalla de Teruel le hirieron en la femoral, solo los 18 grados bajo cero evitaron su muerte. Campesino de Madridejos (Toledo) había emigrado a Madrid donde ejerció de barrendero. Simpatizante del UGT y el PSOE volvió, tras la guerra, andando a su pueblo, desde Valencia, y fue detenido cuando acudió a devolver la pistola. Su mujer, Lucía, le visitó una o dos veces en Valdenoceda. Ella se dedicaba al estraperlo para alimentar a sus dos hijas. Él lavaba la ropa de los tuberculosos en la prisión. Escuchaba la radio a través de las canalizaciones. Justi, como le llamaba su mujer, se llevó del penal un cuaderno, un tirachinas y un par de amigos para toda la vida. Algunas de estas cosas nos ha contado Eva Colorado Camuñas, su nieta. También cómo el destino, apoyándose en su despiste, camino a Carranza, le hizo pasar por Valdenoceda sin pretenderlo. Iba con su madre, "cuando al entrar en un pueblo mi madre leyó el nombre del mismo. Pegó un brinco de la impresión que se llevó, paramos y claro, vimos la prisión". Otra historia del penal de Valdenoceda.
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Eva Colorado: El abuelo Justi en el penal de Valdenoceda
Abril2019 |
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