José Ignacio Sarasua descubrió Valdivielso hace treinta años. Junto a otro amigo pintor, decidieron darse una vuelta para buscar inspiración en los paisajes burgaleses. Fue llegar al valle y descubrir que este era un sitio especial. Se compró una casa y desde entonces es parte de nuestra vida. Teníamos pendiente desde hace tiempo repasar su vida, su pasión por la pintura, su vida en México, sus orígenes. De familia humilde, pudo estudiar gracias a una hermana pelotari con la que se fue, primero a Cataluña y más tarde a México. Diez años más tarde regresó a España y la docencia le permitió no para de aprender junto a sus alumnos. Si algo tiene claro es que nunca dejará de pintar. En esta larga conversación nos metemos en su biografía tal y como lo hacemos en algunos de sus cuadros.
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