Saul es habitual en nuestra sintonía cuando vuelven las avipas invasoras. Ellas nos llevaron a conocerle y los encuentros a sentirle amigo. Esta vez le llamamos por otro motivo. Saúl es bombero profesional y voluntario vocacional. Siempre que puede, y más en estos tiempos, echa una mano. Lo mismo achicando agua que desinfectando residencias. En estas últimas vivió hace poco momentos dificiles con la gente que allí vive y trabaja. Así que, tras dos noches de insomnio, diseñó un sistema que permitiese a sus empleadas una desinfección sencilla y eficaz. Su prototipo, con un coste de 300 euros, ya está funcionando en una residencia vallisoletana y, con la ayuda de una multinacional del bricolage, espera que pronto también esté en 70 más que él mismo ha coordinado.
La conversación, siempre clara, sirvió también para hablar de la limpieza de chimeneas y de las dudas que en torno a la avispa asiática siguen ahí. ¿Las heladas tardías impedirán su propagación? ¿El hecho de que la gente no visite sus segundas viviendas hace que no se localicen los nidos primarios?
Gracias, Saul

Hoy nos encontramos con Candelas de Condado. Otra valdivielsana que desde una residencia, en este caso de Getafe, nos da una lección de como encarar estos malos momentos. Estaba feliz, encantada de hablar con su valle y de sentir el cariño de todos. La cogimos leyendo las cartas que le había enviado estudiantes con los que se había relacionado dentro del Programa Duplo. Cartas que la emocionaban. Generaciones distintas que se juntan para aprender unos de otros. Para no olvidar.
Candelas también canta un fragmento de "La Burgalesa" a sus 92 años y con oxigeno. Gente a la que no podemos dejar de querer.
Hace 4 años nos contó su vida. Imagino pocas cosas mejor a las que dedicar tu tiempo que escuchar su relato.

Nadie discute que este tiempo de confinamiento ha dejado claro que podemos, y debemos vivir, con muchas menos cosas de las que antes considerábamos imprescindibles. Nadie duda ahora de la importancia de nuestro agricultores y ganaderos, por poner un ejemplo. Pero ¿os imagináis este tiempo, os imagináis la vida sin música? El sector de la cultura y la música en concreto es uno de los más golpeados por las consecuencias del coronavirus. Si ayer hablábamos de huertos y mercados hoy nos detenemos en la música. Diego Galaz es una de nuestro artistas más querido. Él y Jorge Arribas, Fetén Fetén, protagonizaron nuestro primer concierto y desde entonces han sido muchas las veces que hemos disfrutado de su música en directo y a través de las ondas. Diego también es de los afortunados que esta pasando la cuarentena en un pueblo. Su casa está en Atapuerca desde dónde sigue , tras un parón inicial y necesario, trabajando en varios proyectos. Aquí reflexiona sobre lo que de bueno podemos sacar de esta dura situación y de la necesidad de que todos nos impliquemos con quienes con su música, hacen mejor nuestras vidas.
Días antes habíamos hablado también con María Sedano, una de nuestras cantantes de cabecera. Ella en Madrid compagina la preparación de su primer disco, "Soledades", con las clases de canto que da a través de Zoom.
Acabamos esta entrada musical con Peio, aquel niño que con apenas dos años nos cantó su versión del "51" de Pilarín y que nos presenta una de sus primeras canciones. También nos habla de las dificultades de recibir clases "on line" desde Valdivielso. ¡Viva la música!

Esta semana varios colectivos de Burgos y provincia nos enviaban un comunicado reivindicando la apertura de mercados de proximidad y actividades rurales. Entre los firmantes del mismo está "El Puchero de Villasur" y allí nos fuimos para hablar con Román. Este pequeño productor de alimentos, representante del campesinado de nuevo cuño, nos contó las dificultades con las que se encuentran los pequeños agricultores y los paisanos que tienen su propia huerta para, en fechas tan importantes como las actuales, poner en marcha sus huertas o distribuir sus productos.
También hablamos aquí con Mika de Puente Arenas que nos llamó para proponer la creación de un grupo de productores y consumidores de Valdivielso y reflexionar sobre hacia dónde debe ir el mundo.
Terminamos con Jose Luis Gómez, un hortelano y viverista que en Tobera cuenta con 12 invernaderos y al que el parón ha hecho perder una buena cantidad de planta. José Luis olvidó su cosmopolitismo, a los 25 años, para dedicarse a esto. Sigue valorando por encima de todo la calidad y el trato directo con los clientes. Coincide en Los Carros con los valdivielsanos Fernando y Fani y espera que pronto se pueda reabrir ese mercado que tan importante es para tantos. Dice que los tomates de Tobera son su mayor joya aunque admite que uno que le dio Manolín de Hoz tampoco estaba mal. Buena gente para producir buenos alimentos.

En este momento, Alberto es el que más semanas lleva como colaborador de radio Valdivielso. No falla casi ninguna, aunque a veces se haga duro encontrar el hueco necesario para traernos una de sus canciones con historia. Además de eso, desde que comenzó el confinamiento, hablar con él nos sirve para sentir también cómo va el ánimo de los que pasan estos días en un piso de ciudad. En su caso, además, con sus dos hijas pequeñas. Comenzamos tanteando su ánimo y hablando de la necesidad de que las niñas pudieran salir. Después, la increíble historia del espía Kim Philby del que habla la canción de su admirado Rory Gallagher, sirvió para confirmar que no sólo nosotros vivimos ahora una vida extraña. ¿Quién sabe? Quizás Skafo también tenga una doble vida.

Desde hace un año Marcos trabaja en la panadería de Quintana junto a Montse. Su alegría y conversación se han convertido en seña de identidad. Cuando llego a la emisora sé que está al otro lado, dispuesto a mandarme un saludo o pedirme una canción . Ayer cumplía años, un cumpleaños muy especial porque hace ya más de un mes que está separado de Eguzkiñe, su mujer, y sus hijos. Separados porque así lo decidieron al decretarse el estado de alarma. Como una forma de protección para sus suegros. Ayer, les juntamos en las ondas y descubrimos nuevas cosas de este gallego de oro. También Gabi, al que el coronavirus le ha retenido en el valle quiso felicitarle y de paso hablar un rato en antena. En estos días se mezclan sentimientos encontrados también en nuestra emisión. Santi nos llamó desde Cataluña para recordar a su madre. Hace unos días Teresa fue una de las victimas de esta pandemia cruel. Los de Hoz seguro que recordáis el sabor de sus croquetas en las dianas de la fiesta del pueblo. También las jotas navarras que cantaba siempre que había ocasión. Aunque nació en Carcastillo (Navarra), su pueblo estaba en Valdivielso desde que se casó con Epi en Barcelona. A los dos les había llevado allí el éxodo rural. La familia que formaron tuvo siempre fue un matriarcado. Y parece que a ella nunca le faltaba un libro con el que disfrutar de su pasión lectora. Nos lo contaba su hijo con la pena de no haberse podido despedir, de no haberse podido juntar la familia para compartir el duelo. El coronavirus sigue llevándose gente. Afortunadamente, mantenemos su memoria gracias a vuestra voz. Mientras, las amapolas siguen ocupan nuestra entrada.