Hace unos días nos visitó Janfry de Oña y disfrutamos de su memoria y su bonhomía. Le encanta aprender de todo el mundo y enseñar a la gente todo lo que ha aprendido en la vida, especialmente de su "pueblo". Aunque regenta su bar desde 1983, empezó a trabajar a los 12 años en una fábrica de faldas y kaikus que había en su amada villa. Hacía etiquetas y remallaba, tras salir del cole. A los 14 llegó a cortador de faldas. También fue monaguillo, donde coincidió con D. Agustín Lázaro, cura investigador y apasionado del arte que tantas joyas onienses puso en valor. Janfry es polifacético, se hizo gruista para poder dar trabajo en su bar a una mujer ("Hay quien dice que soy una ONG andante"), también le apasiona la fotografía y guiar por Oña a quien se encuentra por ahí. Valdivielso lo descubrió tarde pero se convirtió en una pasión para él. Lo hizo desde el Ebro, montado en una canoa y practicando la "ríoterapia". Nos contó muchas cosas, incluso de dónde le viene el apodo que nada tiene que ver con el famoso actor. Quedaremos un día para que nos cuente todo lo que sabe de Oña.
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Janfry: Memorias de un oniense singular
Oct2021
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