Guatemala, El Salvador y Honduras fueron sus tres peligrosos destinos en Centroamérica. Los últimos cuatro años, Julian Diez, los ha vivido en Perú, al principio en la selva, después en la sierra. Ni las maras ni las serpientes ni el mal de altura le han hecho retroceder desde que se convirtió en misionero pasionista por América. Uno de los 666 que tiene la provincia de Burgos. A la espera de destino, está pasando sus vacaciones en esta tierra. Nació en Incinilas y con 10 años se fue al seminario Zaragoza. Se siente de allí y de aquí, también de América. Hablamos del ceviche, del masato o del cui. Nada comparable al chorizo o el jamón. Hablamos de Berta Cáceres y las transnacionales que esquilman la naturaleza. Hablamos de Machu Pichu y otros "regalos de Dios". Hablamos de la falta de vocaciones en España. Hablamos una vez más de la vida. ¿Para cuando un programa de TV llamado "Buena gente por el mundo"?.

Un personaje como Eloy Bernardo de la Garmilla y de la Garmilla es notable en varios aspectos, y os voy a contar su historia. Empecemos por el aspecto más jubiloso: Eloy no solo tuvo la suerte de tener un apellido muy especial, sino también de heredarlo por partida doble. Dado que todos los De la Garmilla oriundos de Valdivielso somos parientes, pues pensé, a priori, que Eloy debía tener antepasados con parentesco cercano, y que su árbol genealógico resultaría interesante. Así que, me picó la curiosidad y me puse a realizar una versión simplificada de dicho árbol. Seguir leyendo.

Cuando conocí a Margot me dijo que estaba en Valdivielso de woofing. No tenía ni idea de lo que era y aprendí que tenía que ver con el voluntariado en explotaciones agrícolas orgánicas. Con su buen español no habló de lo que Dani de Sankara le ha enseñado hacer, entre otras cosas, capar tomates. También nos contó que está estudiando en Burdeos una carrera universitaria llamada "Cultura humanística y científica". Mezclan Literatura, Filosofía, Ciencias y Arte, un planteamiento holístico ante las incertidumbres del futuro. También cantó estupendamente y, sobre todo, no paró de sonreír. Ama Valdivielso y nosotros la amamos a ella. Hay cosas que en Valdivielso no sabíamos que existían. Woofing viene de WWOOF (World Wide Opoportunities on Organic Farms), jóvenes que van por el mundo cultivando y trabajando en granjas orgánicas.

Nos enviaba esta imagen un valdivielsano que supera los 50. Una imagen de Valdivielso de cuando había muchos niños durante todo el año. Ahora, con la llegada del verano, de nuevo los pequeños corretearán por las calles y las bicis volverán a asustarnos con repentina presencia. Hace unos días supimos que, dentro de unos meses, una nueva criatura llegará al Valle. Ojalá pronto encuentre a otros cuatro de su edad para hacerse una foto sonrientes. ¿Conoces a los de la imagen?

El sábado nos reencontramos con Benjamín y Marian. A Benja le hemos disfrutando en varias rutas de cuentacuentos. Él es un maestro en el arte de contar cuentos. Hablamos de educación y conocimos a un grupo de chavalas a los que se han traído de Donosti a Baranda para gozar de unos días distintos. Lo mismo van al monte con nuestros pastores que pajarean con Josu Olabarria o visitan Radio Valdivielso. Uno de ellos, Xabi de Hernani, ya conoce hace años a nuestro pastores y me contó que Carlos disfruta con él porque ambos hablan el mismo idioma "pastoril". Xabi va a seguir estudiando pero lo que quiere hacer es trabajar con las ovejas y seguir haciendo queso de Idiazabal como sus tíos. Se le ve feliz. Benja y Marian decidieron que sus hijos no fueran a la escuela y educarles ellos. Están felices de la decisión que tomaron.