Julia y Rosendo viven en Maury (Francia) una localidad de 800 habitantes. Allí cultivan 14 hectáreas de viñedo. Hace unos años Rosendo, albaceteño, se fue a la vendimia y, tiempo después, se hizo con la explotación de sus patrones. Se jubilaban y él vio la oportunidad de liarse en ese proyecto. El amor hizo que Julia se uniera a esa aventura vital. Se les ve felices aunque el trabajo sea duro. Vinieron hasta la zona para participar en el curso de fruticultura de "Piedra y semilla". No saben si seguirán con las viñas o podrán en marcha algo relacionado con las aromáticas. A su pueblo francés llegaron algunas familias albaceteñas hace un tiempo y les recibieron como a "Mr Marshall". Con sus hijos iban a evitar que se cerrara la escuela. Pese al constipado, Julia nos cantó "La campesina", una composición propia que dice:

"El que da recibe, recibe lo que siembra pero hay quien se olvida, dan la espalda a los que nos alimentan"

La música de Bach hace visible lo que resulta borroso. La música de Bach es la expresión, la emoción, los sentidos, los afectos, las pasiones, los deseos. La música de Bach calma y turba, te da aire y te deja exhausto. Es la caricia y la lástima, la paz y la generosidad, es un enorme delta de sentimientos que desemboca en un océano de luz y claridad; y como decía Cervantes donde hay música y yo añadiría, donde hay Bach, no puede haber cosas malas.

-Señora, donde hay música no puede haber cosa mala.
-Tampoco donde hay luces y claridad – respondió la duquesa.
(Quijote, 11, 34)

David tomó la palabra en Toba hace unos días, durante la jornada organizada por Sankara. Habló de la brecha generacional, de la necesidad de comprenderse entre generaciones. Hace años se fue a vivir a un pueblo y comprobó como los lugareños desconoce la realidad de los jóvenes que quieren volver al pueblo. Daniel es nieto de la despoblación y víctima del precariado. Les prometieron un modelo de vida que ni les gusta ni ya es posible. Buscan otra forma de vida y está en los pueblos. No pueden comprarse una casa, necesitan alquilar. Parece necesaria la solidaridad, la complicidad de una tierra tan necesitada de gente.

"Todos los españoles fueron exterminados hace 4.500 años" era el titular que algunos diarios de nuestro país utilizaron hace unos días a raíz de unas investigaciones arqueológicas. Enrique Díes nos explica aquí lo mal que está el periodismo en algunos asuntos y habla de exterminios, deportaciones y repoblaciones.

El pasado lunes llovía cuando llegamos a la ermita de la Hoz. Carlos y parte de su rebaño esperaban la llegada de los periodistas convocados por Ecologistas en Acción. Con Leandro, padre e hijo, les esperábamos en el camarín de la ermita, mientras se echaba la niebla. Pinín, el padre, recordaba el fuego con el que se calentaban, en ese mismo rincón, Vitor y Aurelio, pastores de El Almiñé. Cada uno en una esquina con su particular hoguera. Los periodistas fueron llegando. El País, CyLTV, Diario de Burgos, El Salto o El Independiente querían saber más de estos ganaderos de Valdivielso que participan de la campaña "Vivir con lobos". Primero arriba y después en Quintana conocieron su testimonio de primera mano. Josu Olabarria y Juan Angel De De La Torre también han hablaron de la importancia de los lobos y los pastores para mantener el paisaje y la biodiversidad. En definitiva, la vida.