Ni la nieve, ni los controladores aéreos consiguieron que nuestro viaje a Teror se frustrara. Pudo ser una pesadilla pero nuestros días allí fueron otro sueño hecho realidad.
Ando buscando las palabras adecuadas para agradecer el trato que los canarios nos dieron pero todas me suenan pobres, pequeñas, manidas. Inolvidable resultó el encuentro con Teror, con los amigos del camino, con los sabores, con las luces...Gracias Víctor por creer que era posible. Gracias al ayuntamiento por esa recepción amable y generosa. Gracias a todos por vuestra entrega, por vuestros desvelos, por vuestro cariño. Por vuestra alegría, por vuestra sabiduría compartida, por vuestro tiempo feliz, por vuestra amistad sincera. Gracias por hacernos sentir queridos, mimados, privilegiados. Gracias por el pan con sabor a matalauva, por el “choriso” de Teror tan diferente al chorizo nuestro, por el queso de guía, gracias por el gofio y por aquella pella de Rafa. Gracias por hacernos vivir lo que es un tenderete.
Resulta difícil transmitir todo lo que sentimos pero desde esta web escucharemos estos días algunas de las cosas vividas y podréis también ver algo de lo que vimos. Todos mirábamos con curiosidad, algunos con miedo. Las alturas, a veces, nos incitan a volar.
Lo que podéis escuchar aquí son fragmentos, trazos, momentos casuales. Sin duda habría otros muchos pero el vino, las viandas, el vértigo o la charla impidieron captarlos. Una vez más brochazos de realidad.
Empezamos con el viaje, la llegada y la recepción en el ayuntamiento.
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Valdivielsanos en Canarias 1ª parte |
El ayuntamiento de Teror también se hizo eco de la visita en su web.
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